Rebelión en las Nuevas Generaciones del Partido Popular en Madrid. El sector crítico se dice "harto" de Ángel Carromero, sus "dedazos" y sus "purgas". "Impone gestoras para luego colocar a sus amigos en los cargos directivos", exponen estos militantes que prefieren no revelar su identidad.
Califican la situación de "insostenible" tras lo sucedido en Fuenlabrada. La presidenta de NNGG en la capital convocó el 13 de julio una asamblea para determinar los nuevos cargos rectores en este municipio. La carta está fechada el 28 de junio, aunque el reglamento obliga a programar un mes antes de la celebración, un incumplimiento que los críticos encuadran en la estrategia de Carromero para "borrar las candidaturas que no le son afines".
Ángel Carromero, actual secretario general de esta organización y con cargos directivos en NNGG Madrid desde 2006, sólo tiene por encima a la presidenta, Ana Isabel Pérez, también diputada en el parlamento regional. "Aunque en realidad, el que parte el bacalao es él, hace y deshace a su antojo", explican estas fuentes. Un punto en el que también coinciden quienes están de su lado: "Manda Carromero".
Este periódico se ha puesto en contacto con el secretario general, que niega la mayor. Reitera que las amistades existen, pero que son fruto de compartir horas de trabajo en el partido y que la relación con los promocionados se produjo ya efectuado el nombramiento.
Sobre Fuenlabrada, la localidad que ha desatado la furia de sus opositores, asegura que la asamblea se convocó en plazo, incluso tres meses antes, y que la carta se fecha con quince días, tal y como estipulan los estatutos. Allí, también candidatura única, hubo 19 sufragios, 5 de ellos nulos en señal de disconformidad y sólo 14 a favor. Fuentes del PP explican que se trata de algo "lógico" cuando una gestora llega a su fin y se convoca una asamblea: "Quienes se quedan sin cargos se rebotan".
La lista de los "dedazos"
Más allá de su discurso, los críticos colocan varios datos sobre el tapete. El primero, el expediente que se le abrió a Carromero en 2009 por amañar elecciones cambiando militantes de distrito a su libre albedrío con el objeto de obtener una cuota ganadora. Una falta grave podría haber supuesto su expulsión de NNGG, pero el Comité de Garantías dejó morir la investigación.
Carromero, con más de treinta años, es un veterano de las NNGG. Trabaja como asesor para el PP en el Ayuntamiento de Madrid, con un sueldo que ronda los 50.000 euros anuales. Los críticos le recriminan perpetuarse en el poder gracias a "dedazos" y "decisiones unilaterales". Una versión que el propio Carromero desecha. Explica que las candidaturas únicas en esos municipios también se repiten en su versión 'adulta'.
Los ejemplos que siguen prueban algunos de sus últimos movimientos. Todas las variaciones citadas a continuación deberían, según la norma, ser acogidas por el Comité Ejecutivo Regional. Carromero reitera que lo hizo a través del Comité de Dirección -un órgano inferior- para luego dar cuenta en el Ejecutivo, pero los críticos le achacan que no existen actas que lo prueben. El citado asegura que mostrará próximamente estas actas y que están en Génova.
Las variaciones que a continuación se citan son consecuencia de asambleas y elecciones internas cuyos resultados nunca se publicaron en abierto.
En San Blas el cambio fue para poner al frente a su amiga Marina Herranz como presidenta de la gestora. Posteriormente, en la asamblea sólo hubo una candidatura, la suya, y votaron "menos de diez personas".
En Villaverde, más de lo mismo. Una gestora apartó a la dirección anterior y Carromero promocionó a Sara Paniagua, también amiga, que ganó los posteriores comicios con "menos de diez votos" en las urnas. El secretario general dice que forjó su amistad tras el ascenso.
Víctor García Miquel fue elegido por el secretario general de NNGG para liderar la gestora de Ciudad Lineal, que apartó a su vez a los díscolos. Un dato curioso: el nombrado es de Barcelona y "ni siquiera sabía dónde estaba el distrito". En la asamblea, se ocultó la baja participación con una urna opaca.
En Hortaleza, Carromero promocionó a su amigo Álvaro Hernández Crespo, también conocido por cantar Raphael en la furgoneta anti Carmena. Este administrativo municipal, que cobra en el Ayuntamiento gracias al PP alrededor de 24.000 euros, tampoco tuvo adversarios en la contienda electoral.
El pasado enero, Carromero también disolvió el Comité Ejecutivo de NNGG en Alcorcón por no serle afín. Él explica que muchas de estas disoluciones se acuerdan después de que las pida la propia sede de cada municipio. Después, colocó una gestora con una persona de su confianza al frente: Carlos Escobosa. El secretario general expone que la gestora llegó porque la anterior presidenta había dimitido hace un año, aunque algunos afiliados molestos recalcan que el órgano crecía gracias al timón que había heredado el secretario general de dicha localidad.
Las "purgas" en estas cinco sedes, enarbolan los críticos, ilustran el proceder de Carromero al frente de la secretaría general de las Nuevas Generaciones madrileñas del PP. Él niega ser quien conduzca el rumbo de la filial juvenil.