La revolución tecnológica llega a los Sanfermines. Una instantánea tomada el pasado jueves en Pamplona ha destapado la moda de los mozos de grabar a la vaquilla mientras les salta por encima en la puerta de toriles de la plaza.
Formar una montonera para esperar que pasen por encima no es nuevo y tampoco es peligroso—no embiste como haría un toro—, pero sí hay una evolución en cómo se viven estos actos. Mientras hace unos años los mozos protegían su cabeza y se encogían en el suelo, ahora tienen un nuevo objetivo: grabarlo.
Una vez concluyen los encierros de la jornada, se sueltan las vaquillas en la plaza para divertimento de los mozos congregados. El evento, al que se puede asistir pagando entrada, dura alrededor de una hora.
La Ordenanza Municipal establece como infracción leve portar durante el encierro "objetos inconvenientes para el buen orden y seguridad del evento". Entre los objetos se incluyen mochilas y bolsos así como "máquinas fotográficas o de vídeo, aparatos para grabar imágenes, micrófonos, etc". La multa puede alcanzar un máximo de 600 euros. Los reporteros gráficos que cubren el evento deben estar acreditados y lucir un chaleco rojo.
Los grandes acontecimientos constatan la transformación de las costumbres. El uso de la telefonía ya tuvo su representación en los cambios de papado. Una comparación entre el primer discurso del papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano en 2013 y la muerte de Juan Pablo II ocho años atrás, en 2005, se hizo viral hace escasos cuatro años por el gran contraste entre las imágenes.