Podemos ha llevado la cuenta a la mesa de siete concejales de Carmena. La formación morada quiere cobrar parte de su sueldo a tenor de la norma financiera que recoge su código. Inscritos en el partido morado en sus inicios, pero sin militancia activa y electos por Ahora Madrid, no van a ceder: ni pagarán ni se irán. La pelota, en el tejado de la calle Princesa. "Si quieren, que nos quiten".
Pablo Iglesias ha señalado a Guillermo Zapata, Celia Mayer, Pablo Soto, Rommy Arce, Montserrat Galcerán, Javier Barbero y Pablo Carmona con el código ético en la mano. "Estar inscrito otorga derechos, pero también obligaciones. Si no donan, cometen una irregularidad", explica un portavoz de Podemos a este diario. Una versión que contrasta sobremanera con la de los concejales, que cumplen y donan como marca Ahora Madrid, la candidatura ciudadana que les aupó.
"No son excluyentes. En Podemos no se puede tener un sueldo que supere tres veces el Salario Mínimo Interprofesional. En Ahora Madrid pueden llegar hasta cuatro, les pedimos la diferencia", explica un portavoz morado a EL ESPAÑOL. Los concejales insisten: "Esa cuenta no es nuestra".
"Ellos han empezado, ellos tendrán que acabar"
Según ha sabido este periódico, la estrategia seguida por los seis expedientados -eran siete hasta que Zapata decidió romper su vínculo con Podemos- pasa por no tomar una decisión. "Ellos han empezado, ellos tendrán que acabar", narra otro de estos ediles.
El 25 de julio termina el plazo del que disponen los expedientados para presentar alegaciones. Después, decidirá la Comisión de Garantías, que podría expulsarlos, pero también absolverlos. Es difícil trazar un pronóstico, teniendo en cuenta que no existe un catálogo tipificado de sanciones.
El desafío implícito de los concejales de Carmena coloca a Pablo Iglesias en una tesitura delicada. Si Podemos dicta su salida, enturbiará las relaciones entre las distintas fuerzas que conforman Ahora Madrid, justo cuando empieza a trabajarse una candidatura conjunta de cara a 2019. "Ha sido un error político, no veo qué pueden sacar con esto", apunta uno de los apercibidos. "No es la manera más adecuada, tenían otros cauces para plantearlo. No es así como nació Podemos", apostilla otro.
Podemos quiere encorsetar Ahora Madrid
Podemos y Ganemos fueron las dos grandes organizaciones que alumbraron Ahora Madrid antes de las elecciones de 2015. Iglesias se volcó en campaña, con varios discursos que agasajaron la figura de Manuela Carmena. De un tiempo a esta parte, ha venido enarbolando la gestión de la jueza como ejemplo de que su partido puede ganar, gobernar y satisfacer. Pero la alcaldesa capitalina ya hace tiempo que marcó distancias con el secretario general morado, que ha visto cómo su cuota de poder en el Gobierno de Cibeles es residual.
Hay concejales de Podemos en el Consistorio, sólo uno manifiestamente pablista, pero plegados al municipalismo. "Aquí el partido no interfiere y no debe hacerlo. Nuestro éxito reside en ser un espacio lo más abierto posible", comenta un miembro del Ejecutivo de Carmena.
A ojos de los ediles amonestados, Podemos trata de lograr cierto control en Ahora Madrid. Si no lo hace ahora, podría ser demasiado tarde para ensanchar su marca en la próxima lista que la candidatura de izquierdas presente al Ayuntamiento en 2019.
El enfrentamiento entraña un matiz diferencial: Madrid 129, escisión de Ganemos que ahora acoge a tres de estos seis concejales, brindó un acto a Íñigo Errejón, que ya allana su camino para ser cabeza de cartel en las próximas autonómicas. De ahí que la cuenta que ha llevado Podemos a la mesa de los ediles de Carmena no parezca ser un problema entre los partidarios del exnúmero 2.
De Iglesias depende estirar la cuerda o dejarlo pasar. La Comisión de Garantías disfruta de un plazo indefinido para emitir su veredicto.