Guillermo Zapata es sólo la punta del iceberg. El concejal de Manuela Carmena se ha dado de baja en la formación morada después de que se le abriera un expediente por no donar parte de su salario. La guerra de sueldos continúa: Podemos también tacha de morosos a otros seis ediles del Ayuntamiento de Madrid: Rommy Arce, Pablo Soto, Javier Barbero, Celia Mayer, Pablo Carmona y Montserrat Galcerán.
Igual que Zapata, los concejales mencionados llevan años sin ejercer una militancia activa en el partido de Iglesias, simplemente forman parte como inscritos en una base de datos que aúna más de 400.000 personas. No pagan a Podemos, pero cumplen la carta financiera -así se llama la norma referida- de Ahora Madrid, el conglomerado de organizaciones de izquierda por la que se presentaron en las últimas elecciones.
Zapata ha sido el primero en tomar cartas en el asunto. Se ha dado de baja en Podemos. De momento, sus compañeros están a la espera de la resolución del Comité de Garantías de la formación de los círculos. No parece haber acuerdo posible.
Los siete ediles ya cumplen con las donaciones en lo que se refiere a Ahora Madrid, pero Podemos reitera que su condición de inscritos, sin importar el grado de implicación, les ata: "No son excluyentes, deben cumplir".
Nadie cede
El código ético de la coalición de izquierdas prohíbe a los concejales tener un sueldo superior a cuatro veces el Salario Mínimo Interprofesional. El resto deben donarlo a los proyectos que deseen. Podemos, en cambio, sitúa la barrera en tres veces el SMI, pero el 50% de lo cedido debe ir directamente a las arcas de la formación.
Podemos, consciente de que estos concejales ya han donado su parte correspondiente a tenor de la carta financiera de Ahora Madrid, exige la diferencia restante entre los 3 y 4 veces el SMI.
Más allá del farragoso debate técnico que mantienen ambas organizaciones políticas, existe un enfrentamiento subacuático entre las fuerzas que conforman Ahora Madrid. Podemos es una de estas corrientes y, en más de una ocasión, los ediles morados se han enfrentado a los ahora reprendidos por 'morosos'.