Las ruinas del centro de la ciudad dejarán de serlo. El Gobierno de la Comunidad de Madrid ordenará la paralización definitiva del derribo del convento de las Damas Apostólicas, a orillas del Paseo de la Habana.
El propietario pedía seguir adelante con la obra, pero según ha podido saber este periódico, la Dirección General de Patrimonio, una vez estudiadas las alegaciones particulares, ha decidido tornar decisivo el cese que hasta ahora era provisional.
El 21 de junio varios vecinos dieron la voz de alarma: "¡Se lo están cargando!". Este edificio de 1929 y 5.300 metros cuadrados se caía a golpes. Quedó dañada el 30% de su estructura.
El tuit que salvó el convento
Un error del Ayuntamiento, que no supervisó la licencia de declaración responsable obtenida por el propietario, permitió iniciar la demolición de un edificio protegido a la sociedad que compró la construcción a las monjas.
El texto legislativo blinda todos los conventos levantados antes de 1936. Fue un tuit lo que puso sobre aviso a Paloma Sobrini, máxima responsable de Patrimonio en la Comunidad, que pidió la colaboración de la Policía para frenar el desaguisado. El deseo del comprador, una residencia para más de 700 estudiantes.
Las tres posibilidades de reconstrucción
Madrid ya sabe que en el 198 del Paseo de la Habana seguirá habiendo un convento, pero ¿cómo? Desde la ventana, se queja Paulino Baena, se ven cascotes, tierra y agujeros. Decenas de vecinos de los portales colindantes se han unido para pedir su restauración.
Fuentes de la Dirección de Patrimonio de la Comunidad relatan a EL ESPAÑOL las tres posibilidades de reconstrucción que palpitan sobre la mesa. En primer lugar se procederá a analizar los 'restos' del edificio, que reposan sobre la hierba y rodean lo que queda de convento.
1. Anastilosis
Si no han quedado muy dañadas, se procederá a levantar el edificio con su forma original en un ejercicio de anastilosis, término derivado del griego que señala la recomposición de monumentos en ruinas gracias al estudio metódico del ajuste de los elementos que entrañaba su arquitectura.
2. Reinterpretación
Si el análisis sobre el terreno no invita a la anastilosis, podría levantarse el convento mediante "una reinterpretación de lo que había". "Sería posible porque lo tenemos muy documentado. En todo caso, se dejaría claro que se trata de una obra de 2018, no se puede engañar a la gente", explican estas fuentes.
3. Un edificio radicalmente distinto
Por último, cabría la posibilidad de diseñar un edificio radicalmente distinto. "No sería una catástrofe, es algo que ya se ha hecho en otras grandes ciudades europeas. Por supuesto, sería una construcción perfectamente ajustada al paisaje".
Dos de las tres opciones devolverían el convento a la vida. ¿Qué pasa con el propietario? ¿Y si ya no lo quiere? En Dirección General de Patrimonio detallan que "esto no es un problema". "Son conscientes de la situación, podrían hacer la residencia de estudiantes, pero con esa armadura exterior, dentro podrán tocar lo que quieran".
Ya en los ochenta, Vicente Patón, arquitecto y guardián del patrimonio madrileño por excelencia, dejó claro que el interior no tenía valor por culpa de unas obras que trastocaron los motivos originales. Hablaba con un conocimiento de causa personal, además de profesional. Creció allí.
La Fiscalía de Medio Ambiente investiga el derribo del convento. El punto de mira, en el Consistorio. Incluso los socialistas, socios para casi todo de Carmena, reiteran que el Ejecutivo de Cibeles "debería haberlo evitado". Consciente de ello, Ahora Madrid indagan en la cadena de errores para "depurar responsabilidades".