Nathi Mthethwa es el ministro de Arte de Sudáfrica. Se ha plantado en Lavapiés a bordo de un BMW de cristales tintados. Traje azul eléctrico y camiseta blanca, con un dibujo serigrafiado en honor al cumpleaños de Nelson Mandela. De la mano del embajador de su país en España -también traje y camiseta-, ha recalado en la plaza que lleva desde hace años el nombre de Madiba para inaugurar un muro de más de treinta metros, también en su honor.
Este martes, el que fuera primer presidente negro de su país cumpliría 99 años. El Ejecutivo de Ana Botella aceptó otorgarle una plaza. Ahora ha sido Carmena la que le ha brindado una de las paredes que franquea este cuadrilátero en el que quizá sea el barrio más multirracial de Madrid.
Refugiados bajo las sombrillas, se reunían miembros de todos los partidos. El arco parlamentario al completo, una mezcolanza de siglas que al ministro de Arte sudafricano le parecía tan cotidiana como la sonrisa de los miembros de su delegación. Esta vez, los políticos no han buscado micrófonos y libretas para lanzar un discurso afilado. Al contrario, un concejal del PP buscaba al representante de Carmena para proponerle reformar la tosca entrada del parking que ensucia la panorámica del muro. Por primera vez en mucho tiempo, Madrid ha agitado su callejero sin daños colaterales.
Las camisas de Madiba
El muro es más la camisa de Mandela que el propio Mandela, aunque el representante sudafricano, ya sobre la palestra, ha remarcado que aquella prenda forjó una identidad de unión con el pueblo. "Además... ¡eran muy cómodas! ¡Tenía mucho estilo!". La pared no ofrece el rostro del presidente sudafricano, sino un estampado de flores marrones sobre un fondo amarillo pálido.
El ministro sudafricano se ha cubierto la cabeza con un sombrero blanco y de ala ancha nada más bajarse del coche. En un corro, con sonrisa perenne, saludaba cálidamente a los periodistas. Con gesto de asombro cuando se le ha explicado la dificultad de encontrar símbolos que unan a todos los partidos políticos, ha celebrado el éxito cosechado por Mandela: "Es algo que logra aquí, pero también por supuesto en nuestro país y en muchos otros. Fue símbolo de esperanza, un verdadero ciudadano del mundo. Fue el primero en traspasar fronteras políticas y sociales. Podemos decir que su cumpleaños es el de todos".
"¡Mandela is amazing!"
Luego, mientras intercambiaba apretones de manos con el resto de cargos públicos presentes, celebraba: "¡Mandela is amazing! ¡He is amazing!".
El medio centenar de asistentes apenas ocupaba cinco metros cuadrados en la plaza. Todos bajo la sombrilla. Los sudafricanos, con sombrero. Algunos con camisa florida en honor a Madiba, como dicta el muro.
En señal de protocolo, tanto el embajador como el ministro de Arte se han despojado del sombrero para dar sus respectivos discursos. Eso sí, un miembro de la delegación ha corrido para tapar sus cabezas con un paraguas. Frases cortas, casi todo agradecimientos. A Carmena, al ministerio de Asuntos Exteriores, a la comunidad africana en España...
Agradecida la dedicación del artista, Buntu Fchla, también sudafricano, que ha trabajado durante cinco días seguidos para estampar la camisa de Mandela en Lavapiés, la comitiva se ha colocado tras una cinta de honor, que luego han cortado para simbolizar la inauguración del muro de Madiba.
La decoración de este espacio antes degradado se enmarca en un plan del Ejecutivo de Carmena, que ya prevé realizar seis acciones similares. Hace unos meses, se consumó un trabajo similar para reconocer la figura del escritor José Saramago.