El Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Fomento (Adif) y la empresa Distrito Castellana Norte (DCN) han alcanzado un acuerdo, que se presentará mañana jueves, para desbloquear la anteriormente conocida como 'operación Chamartín' y planteada ahora como Madrid Puerta Norte.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha avanzado que el jueves podría anunciarse oficialmente el acuerdo. "Las conversaciones están muy avanzadas, a lo largo del día de hoy existirá una convocatoria para hacer una presentación del estado de la operación, que está tan avanzado como que el acto lo celebraremos mañana para dar cuenta del resultado final", ha anunciado De la Serna.
Tanto el Ayuntamiento como la empresa han confirmado a Europa Press que mañana se presentará el acuerdo alcanzado entre las tres partes sobre las bases que definirán la ordenación urbanística definitiva del proyecto Madrid Puerta Norte, cuyo objetivo es impulsar el desarrollo de la zona norte de la ciudad, paralizado durante 25 años.
Fuentes municipales han avanzado una valoración positiva del acuerdo a presentar dado que ha sido liderado desde el Ayuntamiento y se ha basado en el proyecto presentado pro el Gobierno municipal. Las mismas fuentes han remarcado que en este acuerdo la reforma y modernización de la estación de Chamartín constituye uno de los ejes clave del proyecto dado que Madrid "necesita una nueva estación de Chamartín, moderna y referencia en Europa".
Comisión liderada por el Ayuntamiento
A finales de noviembre, el ministro de Fomento declaraba que "lo peor" que le podía pasar a la prolongación de la Castellana, la antigua operación Chamartín, sería "no hacer nada", lo que le llevó a anunciar una comisión conjunta de trabajo, integrada por el Ministerio, el Consistorio, la Comunidad, ADIF, Distrito Castellana Norte y la comunidad de propietarios de Malmea, con el liderazgo del Ayuntamiento.
En esa rueda de prensa conjunta, y ante el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, y el presidente de ADIF, Juan Bravo, tanto el ministro como la alcaldesa, Manuela Carmena, pusieron el acento en la palabra "consenso".
Reducción de edificabilidad
Según el borrador sobre el que trabajan todas las partes implicadas (el Ministerio de Fomento, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y Distrito Castellana Norte, compañía formada por BBVA y la constructora San José), se reducirá la edificabilidad un 36 por ciento con respecto al plan inicial de la época de Ana Botella, informaron a Europa Press fuentes próximas a la mesa técnica que estudia el plan.
El área afectada sería de unos 2 millones de metros cuadrados, frente a los 3,2 millones planteados inicialmente, y se distribuirían en cuatro ámbitos.
Estas cuatro zonas responden a Fuencarral-Tres Olivos, Fuencarral Malmea, Las Tablas y el distrito de Negocios, que tendrían coeficientes de edificabilidad independientes. El uso residencial global también disminuiría, hasta un 36 por ciento, frente a la oferta de Distrito Castellana Norte, que hablaba de un 20 por ciento, debido a que se excluyen los terrenos de vías ferroviarias.
Además, la gestión del plan pasaría a manos del Ayuntamiento de Madrid, controlando tiempos y actuaciones, de modo que los técnicos municipales son los que se encargarían de la reforma a través de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
El borrador también recoge que la estación de Chamartín se convertiría en el centro del nuevo barrio de servicios. Para compensar a los operadores privados de la reducción de sus plusvalías, el Ayuntamiento de Madrid asumiría el coste de las infraestructuras viarias previstas.