Artur Mas puso al frente de la mayor agencia de licitación de la Generalitat a uno de los integrantes de la autodenominada "hermandad", el cártel que -según reveló este viernes EL ESPAÑOL- operó durante años pactando precios en las licitaciones públicas catalanas. Tal y como acredita la documentación reflejada en este reportaje, el ingeniero Joan Lluis Quer estuvo informado los pactos mientras ocupaba su cargo como director general en Auding, y recibía puntualmente las notificaciones enviadas desde la cuenta de Gmail utilizada para concertar a los supuestos competidores. Pero en febrero de 2011 y tras la victoria de Convergència en las elecciones, Quer fue elegido presidente de GISA, la principal empresa pública sobre obra civil en Cataluña. Nunca denunció desde su nuevo puesto las prácticas ilegales de las que era conocedor.
Sin embargo Juan Lluis Quer mantiene una versión distinta: el expresidente de GISA (y después de Infraestructures) asegura que durante su carrera profesional, "jamás" ha "tolerado una práctica que pudiera considerar ilegal". Y recuerda que mientras fue máximo responsable de Gisa acudió "hasta cinco veces a la Justicia para denunciar prácticas" que le parecieron ilegales. Sobre la documentación desvelada por EL ESPAÑOL que acredita sin género de dudas la existencia de un cártel, Quer asegura no tener conocimiento alguno.
Sin embargo, los documentos en poder de este diario dicen lo contrario: que el responsable público conoció al menos desde 2007 la existencia de estos acuerdos y que era plenamente consciente, tanto de las reuniones donde se pactaban los precios como de los comunicados que se enviaban desde la cuenta de correo anónima desvelada ahora por EL ESPAÑOL.
Como ejemplo, basta con buscar su dirección de correo en la empresa de Ingeniería entre los remitentes para confirmar el envío a su cuenta de esos correos, tal y como refleja la imagen bajo estas líneas.
El 22 de julio de 2008, es un portavoz de la empresa que controla quien escribe, por medio de un intermediario, al resto de los integrantes del grupo. Y lo hace para pedir disculpas por sus ofertas a la baja en tres licitaciones distintas de GISA. "Tal como hemos comentado, ha sido un error por nuestra parte que lamentamos y pedimos disculpas a todos los socios. Auding no tiene ninguna voluntad de romper los acuerdos establecidos y continuará manteniendo las condiciones y pactos de la asociación".
La documentación consultada por EL ESPAÑOL refleja que la cuenta de correo en Auding de Quer recibió información sobre los pactos de precios prácticamente hasta que fue elegido presidente de GISA. Pero cuando llegó al cargo, no hizo denuncia alguna al respecto ni alertó oficialmente de esta práctica sistemática. Por sus manos y las de su equipo pasaron hasta 2015 más de 500 millones en licitaciones. Y eso solo en contratos de obra.