La empresa de Pere Pujol y la familia Sumarroca, dos de los clanes fundadores de Convergència, formó parte también del cártel de empresas catalanas que pactó precios durante años en las licitaciones públicas de la Generalitat. Según la documentación que obra en poder de EL ESPAÑOL, la consultora Entorn, participada por los Sumarroca y que tiene como responsable a uno de los hijos del expresidente Pujol, participó también en el pacto secreto de las ingenierías catalanas, apodado en secreto con el código "Nuria Bofill". El acuerdo sirvió para evitar rebajas sustanciales en las facturas que la Administración pública abonó en sus licitaciones.
Según ha podido confirmar este diario, varios correos electrónicos del cártel de empresas, enviados desde una cuenta confidencial abierta en Gmail, tienen entre sus direcciones de destino la cuenta corporativa principal de Entorn, la ingeniería que tenía entonces a los Sumarroca como accionistas de control y a Pere Pujol como director de la firma desde 2007.
El 12 de noviembre de 2008 la consultora de ingeniería recibe, como el resto de sus compañeras, un correo de "dudas y aclaraciones" que estipula que tanto el Institut de Mercats Municipals como la empresa pública Barcelona de Serveis Municipals (BSM) están "incluidos en el grupo del Ayuntamiento". Es decir, que para esas dos empresas imperan los pactos y las limitaciones de precios acordadas para el consistorio de la Ciudad Condal.
No es el único. El 16 de junio de 2009, por poner otro ejemplo, los miembros del cártel reciben una convocatoria para que el 1 de julio de ese mismo año acudan a una reunión "Nuria Bofill" en el Colegio de Ingenieros de Caminos y Puertos de Barcelona para "tratar temas importantes y que nos interesan". Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, este grupo limitaba la rebaja que sus empresas presentaban a los concursos públicos para evitar así una bajada en la cuantía de las licitaciones.
Doble Moral
Mientras altos cargos de Entorn eran conocedores de los amaños que las empresas protagonizaban en detrimento de las arcas catalanas, Pere Pujol, director de la consultora, predicaba una moral distinta. Y publicitaba a sus contactos profesionales el artículo que su padre, el expresidente Pujol, publicaba el 22 de diciembre de 2010 sobre "El Componente Ético de la crisis Europea. El Efecto Económico de Hacer Trampas". Un documento que se eliminó de la red (como el resto del portal del expresidente Pujol) cuando el líder de Convergència reconoció públicamente que su familia escondió durante años dinero en Andorra.
"Sería suficiente con recuperar la seriedad, el respeto por los compromisos, la idea clara de lo que son en una colectividad los derechos y deberes de cada uno", escribía entonces Jordi Pujol i Solei en el artículo difundido por su hijo.
Documentos en poder de EL ESPAÑOL acreditan además que Pere Pujol era la persona elegida dentro de Entorn para mantener relaciones con la Administración presidida por su padre. De hecho, es el empresario quien se dirige directamente al entonces presidente de GISA, Juan Lluis Quer -con quien le une una amistad personal- para reclamar facturas impagadas y pedirle que la empresa pública resuelva expedientes de contratación que afectan a su firma, contratos que se demoran desde al menos desde 2008. En otra ocasión, el hijo del presidente utiliza la misma vía para solicitar una revisión de las puntuaciones otorgadas por los técnicos a su empresa en una licitación pública.