Los máximos responsables de la lucha antiterrorista española reunidos este sábado en el Ministerio del Interior han acordado mantener el Nivel 4 de alerta (riesgo alto de atentado) tras los ataques yihadistas en Cataluña. Este es el estado de prevención en el que se encuentra España desde el 26 de junio de 2015 tras los atentados sucesivos en Francia, Kuwait, Túnez y Somalia. No obstante el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha explicado que se adoptarán varias medidas para reforzarlo.
En primer lugar se incrementarán las medidas de seguridad en los puntos en los lugares de mucha afluencia de personas y especialmente en las zonas turísticas. También se intensificará en posibles objetivos terroristas en función de las informaciones que vayan teniendo los distintos cuerpos policiales. En tercer lugar se llevará a cabo un refuerzo de los dispositivos de reacción frente a un posible atentado. Por último Zoido ha destacado la importancia de estrechar la colaboración con las policías locales. El ministro ha avanzado estas medidas en una rueda de prensa posterior a la reunión mantenida con los expertos, que después han permanecido en la sede de Interior para tener una reunión técnica.
Las fuerzas de seguridad descartan por tanto el elevar al máximo posible la alerta y situarla en el Nivel 5 (riesgo de atentado inminente) a partir de la información de la que disponen dos días después de los atentados en Barcelona y Cambrils. La reunión ha estado presidida por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, pero ha contado con una asistencia mucho mayor que en ocasiones anteriores.
A las 10.25 horas ha arrancado la mesa de valoración en la que había casi 20 personas sentadas. Al lado de Zoido estaba su ‘número dos’, Juan Antonio Nieto, y el máximo responsable del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, algo poco habitual en estas reuniones, que se reúnen periódicamente varias veces al mes para hacer un seguimiento de la amenaza. Sanz Roldán contaba con varias personas de su confianza en la sala.
También estaban presentes, sin uniforme, representantes de los Mossos d’Esquadra, el cuerpo que está dirigiendo las pesquisas en Cataluña y que todavía tratan de identificar al autor del atropello masivo en Barcelona. No se descarta que siga huido. En la mesa también estaban los máximos responsables de los servicios de Información de la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como el enlace de la Ertzaintza y el director del Centro de Investigación contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, máximo órgano de coordinación entre cuerpos en esta materia.
¿Qué supone el Nivel de Alerta 5?
En función de lo que se ha expuesto en esa sala no se ha considerado elevar el nivel de alerta al 5 que hubiese supuesto, entre otras cosas poder recurrir al Ejército. Según la instrucción de Interior que determinó estos niveles, el último conlleva medidas de "carácter excepcional" y "se podrán solicitar los oportunos apoyos a las Fuerzas Armadas". Específica además que el Ejército podrá ser requerido para realizar labores de "vigilancia y protección de infraestructuras críticas" y otros "objetivos estratégicos incluyendo el reconocimiento aéreo de objetivos estratégicos no urbanos". En el nivel 5 también se podrá decretar la "restricción y control del espacio aéreo".
Según establece el marco de actuación de los efectivos disponibles que prevé el Estado Mayor de la Defensa, el nivel 5 de alerta antiterrorista implicaría la posibilidad de recurrir a al menos 5.000 militares de reacción rápida pertenecientes al Núcleo de la Fuerza Conjunta de las Fuerzas Armada.
Los expertos en seguridad no son partidarios de adoptar estas medidas salvo que no sea estrictamente necesario y tengan información real de un verdadero ataque inminente. Recuerdan las fuentes consultadas que prolongar ese estado de alerta no ha reportado buenas experiencias a los países del entorno que lo han puesto en práctica desde la irrupción de Estado Islámico y los atentado en Europa.
No es la primera vez que se opta por reforzar el Nivel 4 de alerta tras un grave atentado en Europa. Sucedió tras los atentados de Bruselas y se revisa en ocasiones de fechas señaladas como Navidad o Semana Santa. Básicamente se trata de adoptar una especial vigilancia en infraestructuras críticas, zonas de aglomeraciones, estadios, concierto y estaciones de transporte.
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