Alejandro Requeijo Daniel Montero

Con la muerte de Younes Abouyaaqoub los Mossos d’Esquadra lograron poner fin a su objetivo prioritario: dar con el autor del brutal atentado de Barcelona. Casi 100 horas de huida que se han saldado con seis yihadistas abatidos por disparos de sus agentes, dos muertos bajo los escombros de la casa de Alcanar (Tarragona) y cuatro detenidos. Todo ello narrado minuciosamente por los servicios de comunicación de la Generalitat. Han sido cuatro días bajo el foco de todas las miradas ante su examen más difícil.

Tras matar al principal asesino, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, compareció públicamente para elogiar la actuación de su Policía. Horas antes, en otra comparecencia, el jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, se defendió de las críticas. Sostuvo que se adoptaron las decisiones en función de la información que se tenía en cada momento: “Lo que no podemos hacer es, 72 horas después, decir que se tendría que haber hecho algo diferente, eso es engañar a la gente y vender humo”.

Varios expertos en la lucha antiterrorista acostumbrados a investigar y actuar contra grupos islamistas advierten virtudes en esta actuación policial, pero también aprecian una serie errores:  

Aciertos 

1. La operación de Cambrils. Nada más producirse el atropello masivo de Barcelona los Mossos d’Esquadra actuaron con rapidez para establecer un protocolo de seguridad en todo su territorio. Todos los efectivos desplegados en la calle estaban en alerta ante la certeza de que uno o varios terroristas seguían sueltos. De madrugada, un Audi 3 irrumpió en el paseo marítimo de la localidad costera de Cambrils (Tarragona) con el objeto de emular la matanza de las Ramblas.

Tras volcar el vehículo, los terroristas -entre los que había varios menores de edad- llegaron a actuar contra civiles y causaron heridas a una mujer que provocaron su muerte. Los agentes de la Policía autonómica actuaron con rapidez abatiendo con disparos a los cinco ocupantes del vehículo que llevaban adheridos a su cuerpo cinturones explosivos. Sólo después se acreditó que eran simulados. En esta rápida intervención destaca la actuación de uno de los efectivos que abatió él sólo a cuatro de los yihadistas.

2. La operación de Subirats. Tan sólo unas horas después de que este lunes los responsables de la investigación solicitasen la colaboración ciudadana para dar con el autor del atentado de Barcelona, la llamada dio resultado y una vecina de Subirats (Alt Penedès) dio el aviso de haber visto a Younes Abouyaaqoub. Rápidamente, los Mossos acudieron a la zona y desplegaron una operación, que acabó con la muerte por disparos del terrorista más buscado. También llevaba adosado a su cuerpo lo que parecía un cinturón de explosivos. Con esta actuación los agentes dieron por desarticulado el núcleo principal de los yihadistas compuesto por 12 personas. 

3. Transparencia en la información. Tanto el conseller de Interior, Joaquim Forn, como el máximo responsable de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, han dado la cara ante los medios de comunicación para explicar los avances de la investigación. Todos los días desde los atentados han comparecido en ruedas de prensa o en los medios de comunicación una o más veces, lo que ha provocado incluso que salieran a relucir algunos fallos en la investigación. Paralelamente, sus servicios de prensa a través de las redes sociales han mantenido una comunicación constante sobre sus actuaciones.

Fallos

1. La explosión de Alcanar. La noche del miércoles al jueves se registró la explosión en un chalet de la localidad tarraconense de Alcanar. Los Mossos d’Esquadra interpretaron tras sus primeros análisis que se trataba de un laboratorio de drogas clandestino tal y como ha reconocido Trapero tras hallar materiales empleados en la fabricación de sustancias estupefacientes. El lugar era en realidad la base logística de los terroristas donde tenían 120 botellas de butano. Según las últimas líneas de la investigación, el edificio saltó por los aires porque la célula se encontraba manipulando materiales explosivos, algo de lo que no se dieron cuenta los agentes. Esto precipitó los planes del grupo que decidió pasar a la acción ese mismo día. No fue hasta analizar el interior de la furgoneta de las Ramblas cuando los Mossos ligaron ambos escenarios y pudieron hacerse una composición de la célula.

2. Los bolardos. Desde el Ayuntamiento de Barcelona desestimaron la recomendación del Ministerio del Interior de instalar bolardos en los accesos de las grandes vías peatonales. El conseller de Interior de la Generalitat defendió este sábado en rueda de prensa que esta medida no es la solución porque entonces habría que ponerlos en todos los puntos con afluencia de gente. Otras fuentes policiales en cambio sostienen que son una herramienta útil para impedir atropellos masivos como los que en los últimos meses venían asolando otras ciudades de Europa.

3. Meses de preparación. Los responsables de los Mossos d’Esquadra han reconocido que el grupo de terroristas llevaba meses reuniéndose y preparando los atentados. Casi todos los investigados residían en el mismo barrio de Ripoll, realizaban constantes visitas a la casa de Alcanar que tenían como centro de reuniones y el presunto cabecilla del grupo era el imán de la mezquita local.

Desde los Mossos se disculpan afirmando que ninguno de ellos tenía antecedentes por motivos relacionados con el terrorismo. Fuentes de la lucha antiterrorista aseguran que la inmensa mayoría de detenidos por terrorismo carecen de antecedentes. En ese sentido apuntan a un fallo en las labores de inteligencia, aunque advierten que en ese punto son responsables todos los cuerpos policiales ya que las competencias en terrorismo de los Mossos no son exclusivas ni excluyentes.

4. Operación jaula. Tras el atentado de Barcelona los Mossos procedieron a desplegar una operación jaula ante la duda de que el autor del atropello siguiese en la zona. Las autoridades dirigieron la evacuación del lugar y confinaron a quienes se encontraban cobijados en los locales hasta pasada la medianoche. Los agentes peinaron toda la zona, pero para entonces el autor de la matanza hacía ya tiempo que se había ido, por su propio pie, por la parte trasera del mercado de la Boquería tal y como ha detallado este lunes el jefe de la Policía autonómica.

5. Minusvalorar el incidente de la Diagonal. Durante los primeros días, el jefe de los Mossos d’Esquadra desvinculó de manera contundente en sus comparecencias las acciones terroristas de Alcanar, Barcelona y Cambrils con la muerte del dueño de un Ford Focus. Esta persona, Pau Pérez, apareció asesinado con arma blanca en el asiento trasero del coche que alguien había usado para saltarse un control de los Mossos y darse después a la fuga a la salida a la salida de Barcelona, a la altura de la Diagonal.

Las dudas sobre la posible relación con el ataque yihadista crecieron a medida que avanzaban las pesquisas. No ha sido hasta este lunes, cuatro días después, cuando desde los Mossos han confirmado que aquel incidente aislado era en realidad el lugar por el que se había escapado el principal terrorista y Pau Pérez, la víctima número 15.

6. El aviso de la CIA. Según han informado en los últimos días varios medios de comunicación, la CIA estadounidense había advertido a los Mossos d’Esquadra de que la ciudad de Barcelona estaba en el punto de mira del yihadismo y señaló específicamente las Ramblas como posible objetivo. Las fuentes consultadas admiten que ante un aviso de ese tipo habría sido conveniente reforzar la presencia policial en la zona, especialmente en la fechas de mayor afluencia de gente como es el verano.

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