Mucho más que 120 bombonas de butano. Los terroristas de Cataluña almacenaban un arsenal con múltiples objetos en la casa de la localidad de Alcanar (Tarragona) desde donde planificaron realizar atentados a gran escala en Barcelona. EL ESPAÑOL ha accedido al inventario definitivo de los Mossos d’Esquadra después de haber analizado el lugar.
Además de las citadas bombonas, el grupo liderado por el imán de Ripoll almacenaba otras cinco en un Peugeot 306 detectado por los investigadores en las inmediaciones. Tenían también diversos contenedores con material para fabricar explosivos. Había un contenedor con ácido, otro con peróxido de Hidrógeno y una garrafa de agua oxigenada al 120%.
Según los investigadores estos son los materiales con los que la célula pretendía fabricar el explosivo conocido como ‘la madre de Satán’, un recurso habitual de Estado Islámico que es fuertemente destructivo y que ya se ha empleado en otros atentados como el de Bruselas del año pasado. Además había un contenedor de acetona.
La acetona que confundió a los Mossos
Este último material se emplea habitualmente en laboratorios clandestinos de droga. La acetona fue uno de los primeros elementos que hallaron los agentes de los Mossos que se acercaron a la casa después de que el edificio volase accidentalmente por los aires la noche de miércoles. Por esa razón, interpretaron que se trataba de un asunto de drogas. No fue hasta después del atropello masivo cuando la policía catalana ligó esta casa con el atentado.
Entre los escombros del edificio se han hallado también un total de 15 pulsadores, algunos de ellos con el cable ya instalado para hacer detonar bombas. Los investigadores no tienen duda que de no haber explotado la casa, la célula habría llevado a cabo sus planes de hacer uno o varios atentados a gran escala.
Entre los objetos que más ha llamado la atención a la Policía es un arma táser, diseñada para incapacitar a personas mediante descargas eléctricas. También se han encontrado pilas y jeringuillas. Este material médico se utiliza habitualmente por los grupos yihadistas para la confección de cinturones de explosivos. Por último también se ha encontrado una cafetera, bolsas de hielos y filtros para la cafetera.
Se compró en Tortosa (Tarragona)
La casa explotó a las 23.18 horas del miércoles, la noche antes de los atentados. Los agentes lograron rescatar con vida a uno de los detenidos de la célula. Este individuo reconoció después a los agentes que “el polvo blanco” (el explosivo) querían usarlo con las bombonas. También dijo que el material lo habían adquirido en una empresa que se dedica a trabajar el hierro, pero se trató de una pista falsa, según las fuentes consultadas.
En el marco de la investigación, los Mossos han acreditado que algunos de los materiales se compraron en varias tiendas de pintura Tortosa (Tarragona). En concreto los trabajadores de esos comercios aseguran que fue Mohamed Hichamy, uno de los cinco fallecidos en Cambrils quien compró el material.
En concreto adquirió 20 envases de acetona que ascienden a 400 litros de este material. Junto a la casa de Alcanar se encontró también la moto de Hichamy, una Kawasaki con matrícula 6348 FTZ. Entre los escombros de la casa los agentes hallaron además los restos mortales del imán de Ripoll, Aldelbaki Es Satty, presunto cabecilla del grupo, y otro de los yihadistas, Youssef Aalla.