Por primera vez en la historia de la democracia un monarca en activo acudirá a una manifestación contra el terrorismo. Tras casi una semana de polémica, Felipe VI confirmó el jueves por la noche su asistencia sin la reina Letizia. El presidente del Gobierno apoyó públicamente la decisión del monarca. "Es enormemente positiva su presencia". El rey representa, a su juicio, "a los españoles que no pueden asistir a la manifestación". La oposición en bloque también respalda sin fisuras el paso al frente que ha dado Felipe VI.
Desde el PSOE muestran "normalidad democrática" ante la presencia del jefe del Estado en una manifestación de esta envergadura. "El rey puede desempeñar el papel de representación de todos los españoles como jefe del Estado. Muestra también sensibilidad ante un momento tan duro". En el partido de Albert Rivera, donde han pedido caminar juntos "sin símbolos ideológicos ni partidistas por respeto a las víctimas", también ven de forma positiva la decisión de Felipe VI.
En la misma línea se posiciona Podemos. El portavoz de la formación morada en el Senado, Ramón Espinar, consideró que "no tendría sentido" que el jefe del Estado no se implicase tras los atentados, aunque ha criticado las relaciones exteriores "con gobiernos que amparan el terrorismo yihadista". En una entrevista radiofónica, Espinar admitió que "son días para que el jefe del Estado se implique".
PDeCat no lo valora
Es completamente lo contrario que opina la CUP, que puso en duda su asistencia en la manifestación en el caso de que Felipe VI encabezara la marcha. Por su parte, fuentes del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCat) no han querido entrar a valorar la presencia del rey. El portavoz adjunto de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso, Gabriel Rufián, sí manifestó su rechazo a que el monarca encabezara la marcha. "La manifestación del 26A la deben liderar héroes por su cometido y no reyes por su apellido", escribió en una red social antes de conocerse la decisión del monarca.
Por motivos de seguridad, las autoridades viajarán en tres aviones distintos desde Torrejón de Ardoz (Madrid) hasta la Ciudad Condal. En uno irá Felipe VI; en otro el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; y en un tercero la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría con el resto de autoridades, entre ellos prácticamente todos los ministros y varios presidentes autonómicos.
Ni Pedro Sánchez ni Pablo Iglesias ni Albert Rivera viajarán en el Airbus 310 que el Gobierno ha puesto a disposición de las autoridades del Estado para el desplazamiento. El secretario general del PSOE y el presidente de Ciudadanos ya están en Barcelona y declinaron desde un principio la invitación de Moncloa. El líder de Podemos, uno de los primeros en confirmar que viajaría en el avión flotado por el Gobierno, ha decidido a última hora acudir por la mañana a la boda de Alberto Garzón en Cenicero (La Rioja) y desplazarse desde allí hasta Cataluña por sus propios medios.
La manifestación, que comenzará a las 18.00 horas desde los Jardinets de Gràcia y finalizará en la Plaza de Cataluña, la encabezarán los colectivos directamente implicados en los ataques, como los Mossos d´Esquadra y los comerciantes. Serán ellos los que porten la pancarta con el lema de la manifestación: no tinc por -no tengo miedo-.
Otra nueva cabecera para autoridades
Tras esta primera cabecera, las autoridades no irán en segunda fila tras ellos, sino que se dejará un gran espacio vacío para que el Rey y demás autoridades lideren otra nueva primera fila. Ellos no portarán ningún lema. El protocolo que se aplicará será el mismo que cuando se guardó el minuto de silencio el sábado, dos días después de los atentados. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, flanquearán a Felipe VI, que se situará justo en el medio de la fila. Junto a ellos estarán también la vicepresidenta del Gobierno, la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, entre otras autoridades.
Desde Moncloa no han cursado invitaciones a líderes europeos para acudir a este llamamiento contra el terrorismo. Fuentes oficiales esgrimen "razones de seguridad" y el "caos" que se vivió en París en la concentración tras los atentados en el Charlie Hebdo para justificar estas ausencias.
"Lo merecen las víctimas"
En una comparecencia en Moncloa este viernes, el presidente del Gobierno animó a todos los españoles a participar en la manifestación y apeló a la "unidad de todos los demócratas" porque "es lo que merecen las víctimas y lo que quieren los ciudadanos".
La presencia del rey en la marcha busca proyectar la imagen de que España entera se solidariza con los atentados perpetrados en Cataluña. Esta manifestación histórica se produce en un momento de gran tensión entre el Ejecutivo central y el catalán.
Este mismo viernes, Puigdemont ha dado por roto el duelo a las víctimas y ha acusado al Gobierno de "hacer política" con la seguridad de los catalanes. En una entrevista con el Financial Times la víspera de la manifestación, el jefe del Ejecutivo catalán ha revelado que ya cuenta con más de 6.000 urnas para el referéndum unilateral de independencia anunciado para el 1 de octubre.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha aprovechado la gran difusión que tendrá la marcha del sábado para pedir a sus fieles que acudan con banderas independentistas a la concentración acompañado, eso sí, de un crespón negro. Nada más conocerse la presencia de Felipe VI en la manifestación, su presidente, Jordi Sánchez, dijo: "La mejor respuesta a la presencia de jefes de Estado en la mani del sábado es que miles de banderas con crespón negro y un grito unánime: #NotenimPor".