Hoy, 28 de agosto, se cumplen 365 días desde que Mariano Rajoy y Albert Rivera se dieron el apretón de manos que simbolizaba el principio de un acuerdo de investidura. Partido Popular y Ciudadanos estamparon en un documento las 150 medidas que se comprometieron a implementar durante la legislatura a cambio del voto afirmativo de los 32 diputados de los segundos a la investidura de Rajoy.
“Si no lo hubiéramos hecho, hubiera habido terceras elecciones”, reflexiona ahora el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, en una conversación con EL ESPAÑOL. “Ha sido un año con dificultades, pero positivo”, valora.
Rajoy consiguió sacar adelante su investidura el 30 de octubre tras casi un año gobernando en funciones. Desde entonces, el desafío independentista ha ido ocupando cada vez más la escena política. Esas circunstancias políticas excepcionales obligan a Ciudadanos, según admiten sus representantes en privado, a ser prudentes para no desestabilizar al Gobierno. Lo prioritario en este momento, advierten, es que haya un Ejecutivo que neutralice la acometida separatista.
Condenados así a entenderse, PP y Ciudadanos chocan particularmnete en un punto: cómo abordar una reforma constitucional. La intención de Rivera es consultar a los demás grupos parlamentarios su disposición a “sumarse a una reforma exprés” y modificar asuntos muy concretos.
"Un plato de lentejas"
Cs piensa en la eliminación de aforamientos o la reforma del Senado. “Espero que PP y Podemos no se hagan el juego el uno al otro. Es un tema de consenso social”, señala Villegas. Sin embargo, los populares esgrimen que abrir el melón constitucional “podría servir de argumento a otros grupos, como Podemos, para plantear la legalización de los referéndums”, advierte Fernando Martínez-Maillo, coordinador general del PP.
El punto del pacto que ha generado más roces entre PP y Cs es el de la limitación de mandatos del presidente del Gobierno. Por activa y por pasiva, Mariano Rajoy ha remarcado que se encuentra “en plena forma” y que no está dispuesto a que sean otros los que le marquen cuándo debe retirarse. Desde Cs insisten en que el PP debe cumplir lo pactado, de tal manera que Rajoy no debería presentarse a una reelección cuando se acabe esta legislatura.
Cabe recordar que medio año después de aquel 28 de agosto, Martínez-Maillo definió el acuerdo como un “plato de lentejas”, dando a entender que a su partido no le quedó más remedio que aceptar algunas condiciones que no eran de su agrado para que Rajoy se mantuviera en la Moncloa. Hoy, el coordinador general del PP recula y mantiene que aquella firma “fue muy importante” porque “permitió un acuerdo de investidura a un Gobierno frente a aquellos que decían que el PP no tenía capacidad de pacto”. Aun así, reconoce que “hay algunas” medidas “más fáciles” de aplicar que otras.
Cumplida una de cada cinco medidas
En este primer año de convivencia con muchos altibajos, PP y Cs han conseguido sacar adelante el 20% de las propuestas, incluidos los Presupuestos Generales de 2017. Los mayores triunfos que celebra el partido de Rivera son la rebaja del IRPF para las rentas más bajas y para las familias con discapacidad o mayores a su cargo, y el complemento salarial para menores de 30 años.
El equipo de Rivera también se felicita de haber contribuido a impulsar un pacto nacional por la educación; de conseguir elevar a un mes el permiso de paternidad; de elaborar un plan contra la pobreza infantil y de separar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
En el bloque de fortalecimiento de las instituciones y modelo territorial ya se han iniciado tres iniciativas: impulsar un modelo de servicio público para RTVE, poner en marcha una Estrategia Nacional de Justicia y dotar de más medios a la Justicia española.
Dificultades en regeneración democrática
Pero los dos partidos chocan frontalmente en el bloque de regeneración democrática. Villegas reconoce que ha sido, sin ninguna duda, “el problema más difícil” de este año. “Tanto en la puesta en marcha de la comisión de investigación de Gürtel, donde tuvimos que buscar otra mayoría alternativa para sacarla adelante, como eliminar aforamientos o limitar mandatos. Son los puntos que más nos está costando implementar”.
Maillo subraya que aquellas partidas que tienen "cuantificación económica", las que suponen un incremento en los Presupuestos Generales del Estado, “siempre están supeditadas al cumplimiento de la estabilidad presupuestaria”.
A pesar de que a principios de verano se extendió la idea de que los dos partidos podían preparar un acto en septiembre para hacer balance de su acuerdo, ni PP ni Cs consideran que haya nada que celebrar. Los dos se felicitan por grandes pactos como el que se aprobó en julio contra la violencia de género y se comprometen a cumplir a rajatabla el 80% del acuerdo pendiente. El camino, prevén, no será fácil.