La cuenta que el empresario Francisco Correa mantuvo abierta en Suiza desde 2003 sirvió para burlar la prohibición chavista de sacar capitales de Venezuela. Así lo confirmó el pasado 30 de junio el empresario Jorge Viña, investigado en la causa y que reconoció al juez haber recibido 150.000 euros desde la cuenta que el cabecilla de la Gürtel tenía abierta en Suiza.
Según el empresario, que negó cualquier relación con los principales investigados, el dinero se sacaba mediante una operación de compensación bancaria ideada para burlar el bloqueo impuesto por el Gobierno venezolano.
La transferencia salió en 2003 de una cuenta helvética a nombre de Golden Chain Properties y terminó en una cuenta bancaria española a nombre de otra empresa llamada Distribuciones Fermayor, una firma de ferretería controlada por el empresario Jorge Viñas Fernández.
Ante el juez José de la Mata, Viñas reconoció que para burlar la prohibición de sacar capitales de Venezuela acudió al llamado mercado paralelo y puso el dinero en manos de un cambista: alguien capaz de burlar la normativa, transformar los bolívares en dólares y colocarlos en el extranjero a cambio de una comisión. “Es lo que hace el 90% de los empresarios allí”, explicó Viña.
Durante años, ha sido habitual que la banca suiza realizara operaciones de compensación con clientes en el extranjero. Así, cuando un determinado empresario con cuenta allí necesitaba disponer de efectivo, en lugar de sacar divisas del país, se le entregaban fondos de otro cliente extranjero que quería ingresar dinero en cuenta. Luego los envíos se cuadraban en Suiza entre sus cuentas para que no hubiera transferencias ni movimientos internacionales que pudieran hacer saltar las alarmas, en este caso, del Fisco español.
Dinero de Martín Vasco
La tesis de la Fiscalía es distinta, y considera que el dinero fue transferido como pago del mayor pelotazo investigado en la Gürtel: la construcción de más de 2.600 viviendas en la localidad madrileña de Arganda, que movió comisiones por más de 12 millones de euros. Los investigadores creen que parte de esos fondos estaban destinados en realidad al político madrileño Benjamín Martín Vasco, que ocupó distintos cargos en el Ayuntamiento de Arganda durante la tramitación de ese proyecto.
Durante su declaración, que duró algo más de 16 minutos, el empresario Jorge Viña mantuvo que el sistema de compensación “se hizo y se sigue haciendo porque no hay otra manera de sacar el dinero de Venezuela. Si usted hoy va a Caracas con 1.000 dólares y va al banco a cambiarlos, le van a dar diez millones de bolívares. Si usted va a un cambista o a cambiarlo en la calle, le van a dar ocho veces más”, explica el empresario, relatando el funcionamiento de lo que se conoce como mercado paralelo.
“En aquel momento, los 450 millones de bolívares supusieron 150.000 euros. Hoy, si no los hubiera cambiado y los quiero cambiar hoy, a esos 450 millones hay que quitarle tres ceros ya que el gobierno hizo eso en 2008 . Hoy 450.000 suponen al cambio 48 euros. Es la ruina de cualquier persona en el país”, sentencia.
Un contrato para Blanco Balín
Antes del estallido de la trama Gürtel, las finanzas de Francisco Correa estuvieron controladas por el financiero Ramón Blanco Balín. Suya era la gestión del patrimonio del empresario en España y suya la recomendación de que utilizara en Ginebra los servicios del despacho de Arturo Fasana. Ahora, Blanco Balín es también noticia por sus negocios con Venezuela.
Según adelantó El Mundo, el financiero y exconsejero delegado de Repsol ha conseguido un importante contrato del gobierno de Nicolás Maduro para explotar los recursos petrolíferos venezolanos. Se trata de un contrato para extraer petróleo en la cuenca del Orinoco gracias a una empresa mixta con Pdvsa, la petrolera pública del país.