Será el primer presidente del Gobierno en activo que declare en un juicio por corrupción. El Partido Popular ha recibido este martes la citación de Mariano Rajoy como testigo en el juicio del caso Gürtel como un "mazazo inesperado" y "sin sentido". Cuando la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que juzga la primera época de la trama liderada por Francisco Correa ordenó a la una del mediodía que el líder del PP acuda al juicio, la noticia llegó a Génova y a Moncloa como un auténtico tsunami.
Ningún alto cargo de Gobierno ni del partido hizo ninguna declaración pública hasta que el Partido Popular emitió un durísimo comunicado seis horas después de conocer la citación. En unas pocas líneas, la dirección del partido ataca sin piedad a la acusación popular de la Gürtel que pidió por tercera vez que Mariano Rajoy diera su versión de los hechos sobre los hechos investigados.
En concreto, el PP resalta "el error al que induce" la acusación popular de ADADE que, según indica, está "liderada" por Javier Ledesma y Mariano Benítez de Lugo, "muy conocidas por su cercanía al Partido Socialista". Para el partido que lidera Rajoy, ser citado a la causa "sin atribuirle ningún delito de responsabilidad en los hechos que se juzgan" supone "una situación de abuso de derecho" porque es, a su juicio, una petición con "clara intencionalidad política que se enmascara bajo un interés jurídico inexistente".
El PP se escuda también para resaltar el "error" que supone la citación como testigo del presidente en que el Ministerio Fiscal y la Abogacía del Estado se han mostrado contrarios a secundar esta citación. A su juicio, la acusación popular "hacer uso de alegaciones falsas al atribuir a Rajoy unas funciones que no correspondían a sus cargos y responsabilidades orgánicas".
El tema que más le incomoda
Aunque de cara a la galería la doctrina del partido es mantener la calma y colaborar con la justicia, en privado los colaboradores más cercanos al presidente se sienten desolados por lo que entienden que es una "persecución" que "resucitará los fantasmas del pasado". Hasta ahora, Mariano Rajoy siempre ha intentado desvincularse de la caja B de su partido, el tema con el que más incómodo se siente al hablar en cualquier círculo en el que esté.
El círculo más cercano al presidente estudia ahora la manera legal que existe -si es que existe- de evitar el paseíllo ("declarando desde su despacho o por escrito", argumentan) y neutralizar en la medida de lo posible la citación inédita del presidente a los juzgados. En el PP son conscientes de que la oposición en bloque lo utilizará para debilitar aún más a un partido de Gobierno que, por no tener garantizados, ni siquiera tiene cerrados los Presupuestos Generales del Estado.
La oposición en bloque lo critica
Las reacciones no se han hecho esperar. En Ciudadanos, el partido que permitió la investidura de Mariano Rajoy, aseguran que si tras declarar como testigo se le cita como imputado pedirán su inmediata dimisión. El aspirante a secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, preguntó a través de las redes sociales directamente a Mariano Rajoy "para cuándo las responsabilidades políticas". El líder de Podemos, Pablo Iglesias, tiró de ironía y ofreció su trama bus "para acercar a Mariano Rajoy hasta la Audiencia Nacional a declarar".
El presidente del Gobierno tuvo la agenda de este martes completamente vacía. Su primera aparición pública tras saber que su nombre siempre quedará ligado a la trama Gürtel será este miércoles por la tarde, cuando recibirá al escritor Eduardo Mendoza, galardonado con el premio Cervantes 2016 y al secretario de Relaciones Exteriores de México. No está prevista ninguna declaración ante los medios. A primera hora de la mañana, dará la cara por él el 'número tres' de su partido, Fernando Martínez-Maillo, a quien el Partido Popular ha programado dos entrevistas radiofónicas para defender la honorabilidad de su presidente.
El martes por la tarde, fue el primer cargo público de primera fila en dar su opinión sobre la citación. Maillo aseguró en Zamora, donde anunció que renunciaba a seguir siendo presidente del partido provincial, que aún no conocen "las razones del cambio de opinión de parte de la sala", pero que la citación se produce "de una manera bastante excepcional". Hasta que no se conozcan los hechos en profundidad, continuó, "no los podremos valorar".