Lo que muchos juristas han catalogado como auténtico golpe de Estado contra el orden constitucional ha entrado en la madrugada del jueves en su fase decisiva. Poco antes de la una, la presidenta del Parlament de Cataluña, Carme Forcadell, convocó inesperadamente a la Mesa de la cámara y planteó la admisión a trámite de la Ley de Transitoriedad que regula la ruptura con España.
Después de una tensa reunión, la Mesa aprobaba la inclusión en el debate de la Ley, pasadas las dos de la madrugada, con los votos de los cuatro miembros de JxSi y la CUP, incluida la presidenta del Parlament y la oposición de los representantes de Cs y el PSC y la abstención del representante de Catalunya Sí Que Es Pot.
Esta decisión venía a completar el andamiaje jurídico de la independencia unilateral de Cataluña que poco antes había quedado establecido mediante la aprobación de la Ley del Referéndum en un tormentoso pleno en el Parlament.
La mayoría separatista impuso su rodillo tras un debate exprés y PP, Cs y PSC abandonaron el hemiciclo para no participar en la votación. La coalición que engloba a Podemos y al partido de Ada Colau, Catalunya Sí que es Pot, se abstuvo.
JxSí y la CUP prevén aprobar este jueves la ley de transitoriedad jurídica, aunque no entraría en vigor hasta que se haya celebrado el referéndum, siempre y cuando gane el 'sí' a la independencia.
Poco antes de la medianoche Puigdemont, Junqueras y todos los demás miembros del Govern de la Generalitat firmaron el decreto de convocatoria del referéndum del 1 de Octubre, desafiando así las sentencias del Tribunal Constitucional, y para compartir la responsabilidad penal que pudiera imponerles el tribunal.
Todos estos pasos fueron adoptados en contra del criterio expreso de los letrados del Parlament que advirtieron por escrito a Forcadell de la inconstitucionalidad de la tramitación de las leyes de ruptura y de los posibles delitos que implicaba tramitarlas.
Los grupos serparatistas desatendieron también la advertencia del Consell de Garanties Estatutaries que recordó el miércoles por la tarde que la Ley del Referéndum no podía aprobarse sin su informe preceptivo.
El desafío independentista fue aprobado (justo antes de que los independentistas cantasen "¡Buen golpe de hoz!", como reza el himno de Els Segadors que sonó en el Parlament) por 71 diputados de JxSí y la CUP, así como Germà Gordó, parlamentario apartado del grupo por su implicación en el sumario del 3%.
Gracias a la ley electoral, disponen de la mayoría absoluta de la cámara, pero representan a menos votantes que todos los demás diputados que no respaldaron el texto, como se encargó de recordar la jefa de la oposición, Inés Arrimadas, de Ciudadanos.
El pleno para debatir y aprobar la Ley de Transitoriedad se ha reanudado este jueves con la resolución del recurso presentado por el PSC contra su admisión a trámite.
La ley de transitoriedad establece un periodo provisional para regular el tránsito entre la Cataluña autonómica y la independencia, para evitar un vacío legal en esta hipotética situación.
El Gobierno celebrará hoy un Consejo de Ministros extraordinario para abordar las medidas a adoptar para abortar el proceso secesionista en marcha. Rajoy se reunirá a las 12.30 hoas con Pedro Sánchez y a primera hora de la tarde con Albert Rivera para concertar esa respuesta con el PSOE y Cs.
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