El Ministerio del Interior lleva días efectuando un traslado progresivo de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil a Cataluña que ya abarca a varios cientos de efectivos. Además de los antidisturbios movilizados con motivo de la Diada y que aún permanecen desplegados, también han llegado desde distintos puntos de España investigadores de la Policía Judicial y de los servicios de Información de ambos cuerpos, según informan a EL ESPAÑOL diversas fuentes policiales de las unidades implicadas.
Aunque los Mossos d’Esquadra tienen competencias en materia de orden público y seguridad ciudadana, sólo de la Policía Nacional actualmente hay en Cataluña al menos ocho grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP). De esta dotación, seis grupos han sido desplazados específicamente para reforzar la seguridad de las instituciones oficiales. Eso significa el despliegue de 400 policías expertos en solventar disturbios. Por parte de la Guardia Civil se ha movilizado un contingente similar en número perteneciente a las Unidades de Reserva y Seguridad (GRS).
Unidades móviles
Según todas las fuentes consultadas por este periódico, la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado en Cataluña estará sujeta a movimientos en los próximos días. La Policía cuenta con una cifra cercana a los 2.600 agentes en la UIP distribuidos en 52 grupos por todo el territorio nacional. Los ocho módulos de los GRS abarcan una cifra cercana a los 1.200 agentes. Estas unidades móviles tienen la capacidad de desplazarse rápidamente a cualquier punto de la geografía española.
Desde el Gobierno se han elaborado planes barajando distintos escenarios, incluyendo la posibilidad de que la Generalitat quiera llegar hasta el final en su desafío independentista de aquí a octubre. Tal y como adelantó este jueves El Confidencial, el Ministerio del Interior contempla recurrir a policías y guardias civiles de distintas Jefaturas Superiores de Policía y Comandancias de España. A la espera de acontecimientos, el Departamento que dirige Juan Ignacio Zoido ya ha comenzado a desplazar efectivos que incluyen unidades investigadoras de élite como la UCO. Este despliegue masivo refuerza la presencia de los 6.000 policías y guardias civiles que forman la plantilla estable en Cataluña.
Estas unidades tienen experiencia en actuaciones bajo control judicial, incluso en la lucha contra el terrorismo. Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil tienen competencias en esta materia en Cataluña al igual que los Mossos d’Esquadra, un cuerpo autonómico con cerca de 17.000 agentes.
Absoluto secretismo del Gobierno
Desde el Ministerio del Interior mantienen este operativo en absoluto secreto, pero algunos movimientos se han producido a la vista de la ciudadanía. A las 20.30 horas de este miércoles, todos aquellos que viajasen por la carretera de Valencia a la altura del kilómetro 210 se pudieron topar con la caravana de vehículos de la Guardia Civil con destino a Cataluña, procedentes de Andalucía en este caso. Este movimiento ha sido confirmado a EL ESPAÑOL por varios testigos presenciales.
El objetivo de la progresiva llegada de estos agentes es contribuir a las instrucciones de la justicia para tratar de impedir el referéndum, buscar las urnas en caso de que existan y requisar papeletas, entre otros efectos. También proteger instituciones oficiales y preservar el orden público en caso de que fuera necesario. Otras fuentes consultadas apuntan a que el papel de los Mossos a la hora de cumplir las instrucciones de la Fiscalía determinará los próximos pasos de Interior.
A esta situación se suma la creciente amenaza terrorista que ya argumentó el portavoz de la Generalitat y conseller de la Presidencia, Jordi Turull, para dejar en segundo plano la obligación de frenar el referendum. "La prioridad del Govern no es perseguir urnas, sino evitar atentados como los que sufrimos en agosto”, dijo apenas unas horas antes de que la policía autonómica estableciese un operativo antiterrorista en torno a la Sagrada Familia por una alerta de atentado que al final se comprobó que era falsa.