Manuela Carmena no supo que uno de sus concejales había cedido la nave de Matadero para un acto en favor del 1-O hasta que se filtró a la prensa. Rommy Arce, edil al frente del distrito de Arganzuela, adjudicó gratuitamente la sala a "Madrileños por el derecho a decidir", un colectivo sin estructura que utilizó la asociación vecinal "La Comuna" como caballo de Troya en su solicitud.
Según ha sabido este periódico, Carmena no fue en ningún momento avisada de la concesión: un salón municipal para un evento de apoyo al referéndum a tan sólo quince días de la fecha marcada en rojo en el calendario.
Las mismas fuentes que confirman esta información reiteran que se trata de algo "natural", ya que la distribución de este tipo de salones municipales es distrital y no pasa por el despacho de la alcaldía. No obstante, Rommy Arce, cercana a los postulados pro referéndum, era consciente de que facilitaba el espacio para una causa que tenía todos los visos de ser suspensa por el Tribunal Constitucional, como luego terminó ocurriendo.
Poco después de conocerse la intervención del juez que bloqueó el capote de la concejala a "Madrileños por el derecho a decidir", Carmena dijo ante el micrófono: "No teníamos información". Con esta respuesta, la alcaldesa trató de hacer ver que el Ayuntamiento no era consciente ni de la escenografía ni del contenido del acto de Matadero.
"Interés público"
En la solicitud a la que ha tenido acceso este periódico, Pedro Casas, miembro de las listas de Ahora Madrid y en nombre de la asociación "La Comuna", no especificaba el programa, más allá de una lectura de poemas y la proyección de un vídeo. La concejala de Carmena, aún así, aprobó la cesión, como si de una clase de yoga o tango se tratara. De hecho, para quitar hierro al asunto, así lo justificaron varios portavoces de Ahora Madrid: "Siempre que el espacio esté libre y la causa sea de interés general, se acepta".
Rommy Arce consideró de interés público para los vecinos de su distrito un acto en favor del derecho a decidir, pero no consultó a su alcaldesa a pesar de lo enrevesado del conflicto catalán.
El pasado mayo, la regidora sí que alquiló conscientemente Cibeles a los separatistas, Puigdemont a la cabeza, pero a un precio de más de 4.000 euros y cuando la escalada de tensión poco tenía que ver con la actual.
Las grietas de Ahora Madrid
Desde su llegada al Ayuntamiento, el Ejecutivo de Ahora Madrid ha apostado por la descentralización de las funciones, otorgando más presupuesto y capacidad de acción a los distritos. Un extremo que ha puesto sobre la mesa las grietas entre los diferentes partidos y movimientos que conforman la candidatura ciudadana. Sin ir más lejos, hasta tres concejales apoyaron el manifiesto suscrito en la capital para apoyar el referéndum, en contra de la legalidad siempre defendida por Carmena o Maestre.
Los titiriteros, la okupación, la Memoria Histórica y la remunicipalización de los servicios han sido algunos de los temas que han dejado traslucir la gran diferencia de pareceres que mantiene Carmena con sus concejales próximos a Ganemos y a Madrid 129 -una escisión del primero-. En alguna ocasión, PP y Ciudadanos, con sorna, han espetado a la alcaldesa: "La oposición la tiene detrás, no delante".
¿Quién es Rommy Arce?
Rommy Arce (Lima, 1977) fue nombrada concejala presidenta de Usera y Arganzuela tras las últimas elecciones. Aunque inscrita en Podemos, se muestra más cercana a Ganemos y los movimientos municipalistas, la corriente más alejada de la alcaldesa. Bibliotecaria de profesión, fue acusada por PP y Ciudadanos de haber convertido sus plenos en una especie de reino de taifas donde el reglamento no existe, algo que ella y sus compañeros desmintieron. El PSOE la salvó de la reprobación.
Criticó el fallo del juez y acudió a la resurrección del acto en el Teatro del Barrio, en Lavapiés. "Es la hora de los pueblos", escribió en Twitter. También asemejó el Madrid del "No pasarán" -la resistencia a la invasión franquista durante la guerra- al que apoyó este domingo el referéndum.