9.000 personas en la calle del payasó Fofó. Es día de partido. Tenderetes con bufandas, niños de la mano, cerveza en vasos de plástico y la franja roja en la camiseta. La estampa que rodea el estadio de Vallecas cuando juega el Rayo. Dentro, escaleras empinadas, luces fundidas, váteres averiados y carritos de la compra llenos de basura.
Hace ya tiempo que el recinto suspendió el examen de la ITE (Inspección Técnica de Edificios). Su propietario, la Comunidad de Madrid, optaba por la prórroga en lugar de acometer las reparaciones necesarias. A finales de 2015 tuvo que ser el Ayuntamiento quien financiara las obras. Ahora, Carmena ha multado a Cifuentes por haber obviado su responsabilidad. Además, exige que le reembolse el dinero invertido.
"A ver si le damos un poquito al Rayo", dijo la concejal del PSOE Mercedes González en un encuentro con las peñas del club. Aquellas palabras se perdían en la sombra, mientras los focos alumbraban las grandes reformas proyectadas por Real Madrid y Atlético en sus respectivos estadios.
Un portavoz del Ejecutivo de Cifuentes, en conversación con este periódico, asegura que la reforma empezará dentro del plazo establecido -antes de 2018-, que el proyecto ya está confeccionado y que sólo falta adjudicarlo. Además, añade que han encargado informes periódicamente para comprobar que la seguridad de los espectadores estaba asegurada.
Como alrededor de la mitad de los campos de fútbol en España, el de Vallecas pertenece a la Administración Pública, en este caso con una particularidad: es la Comunidad Autónoma y no el Consistorio quien está al frente. Cada treinta años, el presidente de turno cede las instalaciones al club.
Ya en abril de 2016, se requirió a Cifuentes que solventará la miseria que amenazaba las gradas de Vallecas. Seis meses después, en octubre, una visita técnica testó que las grúas no habían arrancado. De ahí la primera multa, impuesta en noviembre del año pasado.
En noviembre de 2015, el Consistorio aportó 81.000 euros a la reforma acometida en Vallecas; un importe que ahora espera que se le reembolse. "Lo hicimos subsidiariamente y por una cuestión de urgencia y seguridad", explica un portavoz del Ejecutivo de Carmena a este diario.
El estadio de Vallecas, con capacidad para 14.708 personas y patrimonio de la Comunidad desde 1989, es más que un campo de fútbol. Alberga en sus bajos dos federaciones españolas, de ajedrez y boxeo. En los ochenta, fue símbolo de rock and roll, con conciertos de Barricada, Metallica, Queen o Bob Dylan.
Todavía con Ignacio González como presidente de la Comunidad, el Rayo trató de comprar su estadio. Nunca ofreció más de 2 millones de euros, a pesar del informe que enarbolaba el PP, que lo tasaba en alrededor de 7.