La entrevista que Carles Puigdemont concedió el viernes al periodista Jordi Évole -retransmitida este domingo en el programa de La Sexta- puede marcar un agudo punto de inflexión en el declinante prestigio del president.
Contradicciones, falacias, inconcreciones, inconsistencias… Ahora sabemos que para desmontar una mentira en la era de la posverdad es más efectivo entrevistar en prime time a sus sostenedores que desfondarse refutándoles. Gracias Jordi Évole por ponerle un espejo a Puidemont, pues decirle que va desnudo -ya lo hemos comprobado- no hubiera servido de nada.
1.- “El Govern no hace campaña por el sí”.
Esta afirmación del presidente catalán no merece aclaración alguna. Y lo peor es que el hombre, requerido al respecto, ha dicho algo así como que “también el Gobierno de España ha hecho campaña por el no”.
2.- La supuesta campaña por el ‘no’ del Gobierno.
Va de suyo que Puigdemont entiende que oponerse al 1-O es hacer campaña por el ‘No’ como consecuencia de su propia confusión entre el plebiscito y la proclamación unilateral de independencia. Pues podría ahorrarle disgustos a los catalanes y dinero a los contribuyentes, y salir al balcón sin aguardar al 1-O a por su ratito de épica.
3.- “El 1-O es un como croasán de calidad suficiente”.
La metáfora pastelera la asomó el periodista. Pero fue el president quien se metió en harina hasta las ancas, al comparar todas las fórmulas posibles de celebrar un referéndum con las distintas maneras que hay de hacer un croasán, “con más mantequilla, con menos”. Quien dice mantequilla dice con más cobertura legal o menos, con más o menos transparencia, con más o menos consenso. Repostería es democracia.
4.- “El Gobierno está en el 'No' al Estatuto y a la Constitución”.
Peroraba Puigdemont sobre la dificultad de llegar a un acuerdo con el Gobierno y, como prueba del nueve, adujo que el Gobierno está instalado "en el no al Estatuto y en el no a la Constitución" porque, a su juicio, la Generalitat ha sido intervenida y el autogobierno suspendido de facto.
Bueno, que lo diga un president que no obedece ni reconoce al Constitucional ni más leyes que las aprobadas en el Parlament en contra de los servicios jurídicos, y sin los informes preceptivos, y tras una votación de urgencia, pues tiene guasa. Aun admitiendo la tesis de que el Gobierno ha aplicado el 155 por la puerta de atrás, lo cierto es que él y sus consellers siguen en sus cargos.
5.- “No menos de un 15%”.
La confianza que Puigdemont tiene en el éxito de su convocatoria hay que medirla en función de la participación mínima a partir de la cual el presidente está dispuesto a marcarse un Companys el 2-O. ¡Un 15% es suficiente para romper un país!
Al menos Artur Mas tuvo el coraje de admitir que menos votos que los emitidos el 9-N sería un fracaso, como le recordó el periodista.
6.- Vídeo de los Mossos retirando urnas en 2014.
Fue el primer vídeo-trampa-para-osos del programa. Évole mostró al president un vídeo de unos mossos retirando urnas instaladas en 2014 por vecinos que pretendían hacer un multireferéndum en el que se preguntaba sobre el pago de la deuda, los transgénicos o un macrocomplejo de ocio.
Puigdemont adujo que esa retirada de urnas “la habría ordenado un juez”. Pues efectivamente, como la suspensión del 1-O y de la ley de transitoriedad.
7.- Vídeo de Forcadell contra los catalanes que votan al PP.
El periodista preguntó a Puigdemont si no consideraba catalanes a los catalanes que votan al PP o que están en contra de la independencia. Por supuesto que sí, dijo [otra cosa es que le estorben]. Entonces, dentro vídeo, aparece la presidenta del Parlament mitineando sobre la necesidad de que quede bien claro que “no hay un PP de Cataluña, sino un PP en Cataluña”. Los enemigos de la patria bien señalados.
Con un vídeo así, tampoco hacía falta recordarle los escraches a los alcaldes que él mismo promueve.
8.- ¿Autodeterminación para el Kurdistán?
Preguntado al respecto, Puigdemont defendió el derecho a decidir de los kurdos con vehemencia. Évole le recordó que en 2012 votó en contra en el Parlament.
9.- ¿Autodeterminación para el Sáhara?
Pillado en el renuncio de los kurdos, cuando el periodista le preguntó si se acordaba qué había votado él, contesto: “Pues seguramente que no… porque no era un referéndum anunciado” el del Sáhara. La pena es que no se extendiese más al respecto.
10.- ¿Se imagina que le detienen?
Fue el final de la entrevista, después de las meteduras de pata sobre los referendos que no van con su causa; y de que Forcadell retratara el espíritu excluyente del nacionalismo; y del lío con la retirada de urnas legal y la "dictatorial" intervención de la Guardia Civil; y de la metáfora de la repostería.“No creo que fuera una buena idea”, dijo Puigdemont. Pues nadie lo diría, president, porque está en su mano evitarlo.
Este hombre no vuelve a hacer una interviú.