El acoso sufrido por los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil en Cataluña tras el 1-O ha terminado por volverse en contra del Gobierno. Las imágenes de agentes atrapados sin poder actuar ante la intimidación independentista en distintos puntos de Cataluña ha generado un profundo malestar en el seno de las fuerzas de seguridad. Esto ha derivado en un clamor de críticas en público y en privado contra la inacción del Ejecutivo, que ha llegado incluso hasta los mandos de ambos cuerpos.
La situación ha forzado la reacción in extremis del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que ha tenido que suspender su agenda. Este martes estaba programada su participación en los actos conmemorativos del día de la Policía. El día anterior había estado en Sevilla, su ciudad, también por la festividad de los Ángeles Custodios. El ministro acudió a reunirse de urgencia en Moncloa con el presidente, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para anunciar que ningún agente será expulsado de sus hoteles en Cataluña.
Esta decisión tan sólo ha amortiguado algo la rebelión interna entre las fuerzas de seguridad contra sus responsables políticos. Pero exigen más determinación e instrucciones claras. "El nivel politico debe actuar porque esta situación no lleva a nada bueno y de seguir así se desbordará y puede haber incidentes muy graves. No puede ser que estén los compañeros en esa situación de abandono, sitiados en los hoteles y perseguidos por la calle cuando van de paisano", criticaba a este periódico un mando de la Guardia Civil ya a primera hora del día.
"¡Rajoy, cobarde!"
Todos los representantes sindicales de la Policía Nacional se han concentrado ante la sede de los antidisturbios para mostrar su apoyo a los agentes. Han estado arropados por una multitud de decenas de personas que, con banderas de España, han gritado consignas como "¡Rajoy cobarde!", "¡Trapero detención!", "Puigdemont a prisión". El portavoz de la plataforma sindical José Antonio Calleja ha exigido a Zoido que garantice la seguridad de sus compañeros y ha advertido de que pedirán "las dimisiones que sean necesarias". Calleja hablaba en nombre de todos sus compañeros, pero además es el secretario general del Sindicato Profesional de la Policía (SPP), que aglutina a multitud de mandos de la Policía.
Antes de esa concentración, los sindicatos se reunieron con el director adjunto operativo de la Policía, Florentino Villabona, tras una noche de escraches a la Policía en Cataluña. Según han informado los sindicatos ante los medios de comunicación, en plena reunión el responsable policial contactó con el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. A través del manos libres, el número dos de Interior ha transmitido a los representantes sindicales el apoyo de su Departamento y le ha avanzado que se emprenderán acciones legales contra los hoteles de Cataluña que decidieron expulsar a los agentes de sus habitaciones.
El malestar en las fuerzas de seguridad venía provocado por las imágenes que llegaban de Cataluña: agentes sitiados en un hotel de Barcelona pidiendo literalmente a gritos que les dejen actuar, compañeros expulsados de establecimientos ante el acoso independentista, intentos de linchamiento como el que tuvo lugar en Calella, concentraciones ante dependencias policiales como la jefatura superior de Policía de Cataluña o la comisaria de Reus. Todo ello después de las declaraciones del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en las que exigía la retirada de todos los efectivos llegados a Cataluña en el marco del dispositivo del 1-O.
Desde el lunes por la tarde las comunicaciones entre miembros de las Fuerzas de Seguridad eran una constante, alarmados por la indefensión que transmitían desde Cataluña sus compañeros. Acusan al Gobierno de inacción y de no darles "unas instrucciones claras sobre cómo actuar" ante las intimidaciones. Es por ello que se sienten indefensos.
"Terrorismo nazi"
Desde la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) critican que el Gobierno "se mantiene ausente esperando que todo pase; error, las agresiones serán cada vez más y más virulentas". Esta asociación también está integrada por numerosos altos mandos del Cuerpo y tiene una gran influencia en el Instituto Armado. Acusan, eso sí, a los dirigentes catalanes de ser los responsables y culpables penales de lo que pueda ocurrir" y les advierten de que "también ellos serán víctimas de ese terrorismo nazi".
Horas después APROGC emitió un segundo comunicado en el que iba aún más allá en sus críticas al Ejecutivo: "tenemos que poner de manifiesto un grave error del Gobierno en la resolución de la farsa/paripé que unos llaman referéndum, y que ha supuesto un golpe duro en la moral de los guardias civiles y de muchos miles de ciudadanos". Apuntan también a la estrategia de comunicación del Estado que no ha sido capaz de hacer ver "a catalanes, españoles y ciudadanos de Europa y resto del mundo quienes eran los buenos y quienes los malos; algo que sí hicieron otros consiguiendo revertir la situación real".
"La problemática surgida en Cataluña está lejos de resolverse y se producirán situaciones similares a las de este fin de semana e incluso peores; solicitamos urgentemente que el Gobierne aborde, con un grupo de profesionales y expertos en comunicación e imagen, esta cuestión de manera seria", añaden.
¿Dónde está el Estado de Derecho? ¿Desde cuándo un Estado abandona a sus servidores públicos", se pregunta en un comunicado la Unión de Oficiales, otro de los colectivos del Cuerpo que ha decidido hacer público su descontento. "No nos dejan otro remedio que pedir que se actúe, que se les libere, que se les reconforte, que se les asista, que se tomen decisiones", exigen al tiempo que denuncian estar abandonados.