Una urna en la estación de Chamartín de Madrid, la del norte, donde se juntan todo tipo de españoles, los que llegan y los que se van, los que jalean la bandera y aquellos a los que les incomoda.
Gerard Piqué se ha convertido en titular, en trending topic, en máquina de vender noticias. Habla de Cataluña y varía la prima de riesgo. El jugador del Fútbol Club Barcelona ha herido la sensibilidad de algunos con su postura en favor del referéndum del 1 de octubre. A otros les ha traído al pairo. EL ESPAÑOL ha decidido resolver el conflicto como a él le hubiera gustado, con un referéndum.
"¿Debe continuar Piqué como jugador de la Selección española de fútbol?", rezan las papeletas emitidas. Ha participado todo aquel que ha querido. ¿Con qué resultado?
Aunque algunos no lo crean, también existe en España aquel al que no le gusta el fútbol y no sabe quién es Piqué. Otros sólo le ponen cara por ser pareja de Shakira. Muy pocos se muestran indiferentes. La mayoría tiene claro su voto y lo introduce en la urna con convencimiento. "¿Este? ¡Que se vaya!", "¿Piqué? ¿Cómo se va a ir? ¡Si es el mejor central que tenemos!".
A varios de los extranjeros encuestados les suena rara la pregunta. "Pero, ¿cómo vais a prescindir de uno de vuestros mejores jugadores? ¿Qué ha hecho?".
Dos policías nacionales se acercan a supervisar. ¿Una urna? ¿Un referéndum? Se tranquilizan al ver la cara de Piqué impresa e incrustada en la caja de cartón. Eligen abstenerse, están de servicio.
Algunos rodean, dubitativos, el improvisado punto de votación. Cuando ven que cada vez son más los que agarran la papeleta, se vienen arriba. Una señora pide ejercer su derecho a decidir a pesar de haber olvidado el carné de identidad. Otro confunde este referéndum con el del 1 de octubre y exige votar a distancia.
Dentro vídeo.