Podemos mantiene una relación extraña con las encuestas. En algunos momentos parece que sus líderes solo guían su estrategia por ellas. En otros momentos parece que los vaticinios no existen para el partido morado. Este lunes la formación liderada por Pablo Iglesias arrumbaba los sondeos y, pese a los malos augurios para su futuro publicados estos días, volvía a alinearse con las tesis de los independentistas catalanes.
En la última semana, en el contexto de la crisis política desatada en Cataluña, hay muy malas noticias para el partido de los círculos. En todos los sondeos publicados, Podemos pierde apoyo popular, algo que lógicamente solo puede derivarse de su estrategia política en Cataluña. Y la preocupación sobre estas cifras empieza a extenderse en la formación, aunque este lunes los coportavoces Pablo Echenique y Noelia Vera aseguraban que en la reunión del Consejo de Coordinación (la ejecutiva) ni siquiera se había hablado de este asunto.
¿Cuarta fuerza en el Congreso?
Los datos confluyen en la misma dirección. Primero fue una encuesta de Gad3 para Abc, después otra de DYM para El Confidencial y la tercera fue de NC Report para La Razón. Las tres apuntaban a un sorpasso de Ciudadanos a Podemos. Con números diferentes pero parecidos, todos estos sondeos colocaban al partido morado como cuarta fuerza en el Congreso. Además, una cuarta encuesta, en este caso de Celeste-Tel para El Diario, ubicaba a Podemos como tercera fuerza en votos, sí, pero en un empate técnico con el partido dirigido por Albert Rivera.
Sin embargo, Podemos no ha variado su posición ni tiene pinta de que vaya a hacerlo. Este martes, Irene Montero, que comparecía en el Congreso tras la Junta de Portavoces, calificaba la detención de los Jordis como "una vergüenza democrática" porque "en la España del siglo XXI hay presos políticos" encarcelados únicamente por "convocar una manifestación pacífica". Un argumento compartido por las formaciones separatistas para referirse al caso de los líderes de ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, en prisión preventiva por un presunto delito de sedición derivado de los hechos acontecidos los días 20 y 21 de septiembre alrededor de la Consejería de Economía de Cataluña.
Una doble vara de medir
El pasado lunes, durante la comparecencia posterior a la reunión de su ejecutiva, los citados coportavoces restaban importancia a los últimos vaticinios de intención de voto que les sitúan como cuarta fuerza política. "Ya habrá tiempo de recuperar", decían. En la misma comparecencia Echenique y Vera destacaban que el 80% de los catalanes quiere votar en un referéndum, un dato extraído precisamente de una reciente encuesta de Metroscopia.
En las últimas semanas Iglesias, Montero y otros portavoces como los ya mencionados han destacado que "la encuesta de Metroscopia publicada por El País dice que el 80% de los catalanes quieren votar en un referéndum". Es decir, esgrimen dicho sondeo para apuntalar su estrategia política en Cataluña, que consiste en la propuesta de un referéndum pactado y de carácter vinculante.
En cambio, cuando aparecen cuatro encuestas que señalan un claro descenso en el apoyo a Podemos, los dirigentes morados no ven motivos para rectificar su estrategia. La explicación oficial es que "en Podemos no estamos actuando por intereses electorales, como sí hace Ciudadanos para adelantar al PP por la derecha".
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