La Vanguardia denigra la bandera española en la portada de su página web. Bajo el epígrafe "Las claves del día" aparece un artículo titulado "Banderas de nuestros padres", que gira en torno al florecimiento de enseñas nacionales en Madrid.
La imagen elegida para ilustrar el texto es la de una ventana de un edificio de ladrillo, en cuyo tendedero cuelga la bandera rojigualda en segundo plano, enganchada junto a ropa interior y alguna que otra camiseta.
El diario catalán ha elegido esa imagen entre las centenares que se han captado a lo largo de estos días en los distintos distritos de la capital. No hubiera costado ni cinco segundos encontrar cualquiera más digna que la publicada.
Además, en el interior, intercaladas entre los párrafos del artículo, no aparece ni una sola fotografía decorosa. La primera en aparecer corresponde a una bandera republicana, sobre un tejado de la Plaza Mayor. La siguiente es la colgada por el Partido Popular en su sede de Génova, vinculando lo que ha sido un gesto cívico y popular a una organización política concreta. Por último, vuelve a aparecer la bandera española, pero cubierta por una senyera con un crespón negro en el centro.
El texto maneja la siguiente tesis: Madrid se ha mantenido alejada del "nacionalismo español" y la muestra de banderas nacionales en los balcones hasta que ha llegado el órdago independentista. Hasta entonces, sólo había espacio para la enseña del arcoíris, vinculada al colectivo LGTBI.
"Que vuelvan a coger polvo en el trastero"
"El Madrid del siglo XXI ha sido poco banderista e incluso se ha resistido a la asfixiante propaganda patriota del oficialismo mediático", relata el autor. "Para tener la fiesta en paz, se baja la voz y la cabeza a la espera de que vuelvan a coger polvo en un trastero olvidado (...) las banderas de nuestros padres".
Esas "banderas de nuestros padres", que han inundado Madrid de mil y una maneras, sólo aparecen en La Vanguardia rodeadas de ropa interior, vinculadas al PP o transformadas en la tricolor republicana.