Mariano Rajoy se ha confesado "cargado de razones" durante su discurso en el Senado. Aplicará el artículo 155 una vez lo suscriba la Cámara alta. Ya no hay margen para negociar. Independientemente de las fichas que mueva Puigdemont, el mecanismo constitucional entrará en marcha. "Convocaré elecciones en Cataluña lo antes posible", ha avanzado el presidente el Gobierno.
Este jueves por la noche, Moncloa y Palau acercaron posturas y a punto estuvo el president de llamar a las urnas, pero el diálogo se rompió en última instancia. Estas son las seis razones de Rajoy para mantener la aplicación del 155.
"Medida excepcional" para "situación excepcional"
No hay ningún precedente que arroje pautas de cómo puede afectar a una región la aplicación del 155. Rajoy lo ha reconocido pocos minutos después de empezar su discurso: "Es la primera vez".
El mandatario popular ha reiterado que la "excepcionalidad" de lo que ocurre en Cataluña le ha obligado a tomar esta medida, "también excepcional".
"En Cataluña se ha violado la ley"
Rajoy ha sido contundente en la justificación del 155. Ha acusado a Carles Puigdemont y su Govern de "violar" la democracia y de "dar la espalda" a la Constitución y al propio Estatuto de Cataluña.
El 155 es "inevitable" porque, además, la Generalitat reconoce sin ambages esa "violación" de la ley y la creación de una "legalidad paralela".
El amordazamiento de la oposición
Uno de los ejes del sistema parlamentario es la capacidad de la oposición para "controlar" al Gobierno. En Cataluña, PP, PSOE y Ciudadanos no dispusieron de ese derecho durante la confección de los mecanismos para celebrar el referéndum inconstitucional del 1 de octubre.
"¿Qué pensarían ustedes si fuera nuestro Gobierno quien privara a la oposición de este derecho?", ha preguntado Rajoy a los senadores. Hace unas semanas, el presidente del Gobierno denunció que el bloque constitucional estuviera más de un mes sin poder exigir explicaciones a Puigdemont en la Cámara catalana.
El desacato al Tribunal Constitucional
La primera semana de septiembre, el Parlament de Cataluña aprobó dos leyes clave: la del referéndum y la de transitoriedad. Ambas encaminadas a proclamar la independencia de Cataluña.
Rajoy, antes de barajar el artículo 155, solicitó al Tribunal Constitucional que suspendiera los textos aprobados por los separatistas. Así ocurrió. Pero al Govern no le importó. Siguió adelante con sus planes.
El peligro de la "fractura social"
Más allá de las irregularidades jurídicas, Rajoy ha hecho espacio en su discurso a la "fractura social" que sufre Cataluña. También al consecuente "pisoteo de las minorías". El presidente del Gobierno considera "urgente" la aplicación del 155 para revertir una situación política que desencadena "división en las familias" y el apartamiento de los no nacionalistas.
El varapalo económico
La huida de empresas de Cataluña ya conforma un auténtico abecedario de la evasión. Caixa y Sabadell al frente, el registro llegó a detectar una velocidad en la salida de veinte corporaciones por hora.
La aplicación del 155, a ojos de Rajoy, podría revertir la sangría económica de Cataluña para evitar peores consecuencias a largo plazo. El mecanismo constitucional, explica el presidente, podría garantizar la seguridad de inversores y empresarios.