Ferrán López, hasta este sábado 'número dos' de los Mossos d’Esquadra, será el nuevo hombre fuerte del cuerpo tras el cese esta misma madrugada del mayor Josep Lluis Trapero. A las cinco de la madrugada, el Ministerio del Interior anunciaba en el Boletín Oficial del Estado el cese de Trapero, que controló la policía autonómica durante el referéndum ilegal del 1-O y que se encuentra investigado por un presunto delito de sedición.
El nuevo jefe de los Mossos destaca por un perfil técnico. López hereda un cuerpo fuertemente dividido por las últimas decisiones de sus máximos responsables. De hecho, actualmente hay varios agentes denunciados en distintos juzgados por su papel durante el referéndum y hay varias acusaciones de politización a favor de los planes independentistas del Gobierno de Puigdemont, cesado este viernes por el Ejecutivo de Rajoy.
El relevo de Trapero y de sus superiores en la Consellería de Interior era uno de los principales objetivos del Ejecutivo de Mariano Rajoy tras la aprobación del 155 por el Senado. De hecho, el ya exmayor ha sido el primer cargo técnico de toda la Generalitat en ser cesado. Su relevo, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, se negocia desde hace al menos dos semanas con distintos altos mandos de la policía autonómica. Al final, Interior ha optado por la vía menos dañina para los mossos, optando por el número dos del cuerpo con Trapero al frente, el hombre que le golpeaba la espalda a modo de soporte cuando el mayor de la policía autonómica salía de su declaración en la Audiencia Nacional.
"Criado y crecido" en el cuerpo
Ferran López es un hombre del cuerpo, con todos sus años de servicio prestados en los Mossos d'Escuadra. Quienes le conocen le definen como una persona más dialogante que Trapero, que se ha "criado y crecido" en el cuerpo (es de la tercera promoción) y que pasó muchos años en la USC (Unidad de Seguridad Ciudadana), la policía de proximidad que tienen los efectivos autonómicos además del Grupo Especial de Intervención (GEI).
Como ya adelantó este diario, el perfil preferido por Interior era el de una persona que se encontrara ya liderando alguna sección dentro de los Mossos d’Escuadra o que hubiera encabezado el cuerpo en otras legislaturas. Entre los principales candidatos, apareció también el nombre de Josep Milan, que fue mayor del cuerpo durante la Presidencia de José Montilla.
Según confirman a este diario fuentes de Interior, el objetivo de la cartera controlada por Juan Ignacio Zoido es poner al frente de la policía autonómica a mandos con un compromiso reconocido con el Estado y que no sean vistos como extraños por los agentes del propio cuerpo. Es por eso por lo que, desde el primer momento, los encargados de tomar la decisión descartaron la opción de que fuera un mando de la Policía Nacional o la Guardia Civil el que asumiera esa tarea.
Figura de consenso
Fuentes conocedoras de este movimiento explican que en la elección de Ferrán López ha pesado su ascendencia dentro del Cuerpo y que es un figura de consenso que genera respeto entre los agentes. El ministro del Interior ya ha mantenido con el nuevo responsable una conversación telefónica en la que Zoido se ha hecho valer su profesión de juez para pedirle que en calidad de comisario haga por el cumplimiento de la Ley y el Estado de Derecho, según las mismas fuentes.
El ministro del Interior también le ha pedido que mantenga la lealtad institucional y le ha encargado la misión de conseguir que no haya divisiones en el Cuerpo y que todos los mossos bajo su cargo “cumplan con la obligación de garantizar los derechos y libertades de todos los catalanes”.
Pese a que el comunicado oficial de Interior destaca más movimientos en las próximas horas, EL ESPAÑOL ha podido saber que los cambios a medio plazo no se centrarán solo en la cúpula de los Mossos y afectarán también a otras unidades dentro del cuerpo, como la Brigada Móvil de antidisturbios de la policía autonómica. Allí, Interior baraja cambiar a su actual responsable y colocar a un mando con experiencia en control de masas también del propio cuerpo.
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