Barcelona

Los medios de comunicación, especialmente los nacionales, a menudo se refieren a Catalunya en Comú como "el partido de Ada Colau". También éste que lee en estos momentos. Es una manera a menudo utilizada para facilitar la comprensión del lector e identificar con su cara más visible al partido, surgido de la integración de muchas formaciones políticas, plataformas e independientes. En 2015, su espacio político se presentó con el nombre de Catalunya sí que es pot con Lluis Rabell como cabeza de lista. Ya no queda nada de esa candidatura, asfixiada por sus problemas internos. Ni Rabell ni Joan Coscubiela, portavoz del grupo de 11 diputados en el Parlament, repiten como en las listas.

En esta ocasión, "el partido de Ada Colau" se presenta en forma de coalición. Según lo registrado ante la Junta Electoral, la candidatura se llamará "En comú Podem - Catalunya en Comú (ECP-CatComú)". La integran cinco partidos de muy distinta procedencia y con diversos matices ideológicos: Podemos, Catalunya en Comú, Barcelona en Comú, Iniciativa per Catalunya Verds y Esquerra Unida i Alternativa. 

El sábado, Catalunya en Comú anunció los principales puestos de su lista, incluyendo los 28 primeros por Barcelona, que elige 85 diputados al Parlament. Pero el último fin de semana, cuando "el partido de Colau" expulsó al PSC del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, escondía una sorpresa.

Este jueves, a unas horas de que acabase el plazo para registrar las listas definitivas, la formación anunció que Colau ocupará el último puesto la lista por Barcelona, un lugar que le asegura que no saldrá elegida diputada. "La cierra de manera simbólica para visibilizar su apoyo a la candidatura", explican desde Catalunya en Comú.

Ada Colau espera que se normalice pronto la situación en Barcelona y Cataluña

¿Y Domènech?

Ya lo hizo en las últimas dos elecciones generales, celebradas con seis meses de diferencia. En ellas, el cabeza de cartel es la otra cara visible del partido: Xavier Domènech, que integra la Ejecutiva del partido. "Gracias, Ada, porque estás en el origen de todo", tuiteó Domènech para celebrar la incorporación de la alcaldesa y del periodista Jaume Barberà, conocido en Cataluña, que ocupará otro puesto simbólico. 

Ningún líder en Cataluña o en España cierra sistemáticamente candidaturas. En las que participan, las encabezan. Pero el tirón de Colau es irresistible, como confiesan dentro del partido. Todo el mundo la conoce y conserva buena parte del aura que la aupó al poder, desalojando a Convergència i Unió en 2015, a pesar de que es permanentemente cuestionada por la ambigüedad que ven sus oponentes. "Es la emperadora de la ambigüedad", dijo el socialista Josep Borrell ante cientos de miles de personas en una manifestación.

"O la amas o la odias"

"O la amas o la odias. Pero los suyos la aman", explica un colaborador suyo en el Ayuntamiento. 

Catalunya en Comú "es" el partido de Ada Colau. Aunque la formación reivindique que tiene unos procedimientos muy democráticos y participativos, como también hace Podemos, la figura de Colau ocupa tanto espacio como la de Pablo Iglesias en su partido hermano, aunque la alcaldesa de Barcelona se mete en menos líos y goza de mejor imagen. Su criterio suele ser determinante.

La candidata Colau y su anuncio de última hora también puede revelar que el partido no está satisfecho con las expectativas de Domènech, un perfil que, según muchos, puede resultar muy sólido en lo político pero no logra conectar ni emocionar como la alcaldesa. Las encuestas no dibujan en general un gran crecimiento de la formación. 

¿Camino a una candidatura propia?

Por ese motivo, Colau podría haber decidido participar en la lista por tercera vez, consciente de que no hay mejor reclamo que ella para los suyos. La táctica de primar a otro referente sobre el candidato no es nueva. La han utilizado Iglesias y Albert Rivera en elecciones autonómicas o locales, cuando los candidatos sobre el papel eran poco conocidos o no gozaban de mucho tirón. Pero no iban en las listas. 

Que Colau repita por tercera vez como candidata, además en un momento en el que su Ejecutivo municipal acaba de perder buena parte de su estabilidad, también puede leerse como un ensayo de una candidatura más allá del Ayuntamiento que encabece ella. Muchos en su partido la ven como presidenta de la Generalitat en unos años. Otros no descartan su salto a Madrid. 

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