Desde 1812, cada 22 de diciembre los niños de San Ildefonso cantan a la fortuna y dejan que el azar decida el destino premiado de la Lotería de Navidad. La nueva generación se prepara desde octubre para una nueva edición del sorteo, ya han comenzado las preparaciones donde los movimientos, las notas y los tonos se miden al milímetro.
Como un pasatiempo más, los jóvenes dedican su tiempo libre -después de la jornada escolar- a preparar el día de la próxima rifa. Pedro Vázquez, subdirector del centro, reconoce que nunca faltan voluntarios para cantar los premios, porque el Gordo es también el más esperado para ellos.
En este sentido, el docente, que lleva más de dos décadas preparando a los niños de la residencia, ha detallado que aún hay que trabajar "la ejecución" de las tablas. "Queremos que se cante en menos tiempo, queremos más rapidez, como antiguamente", ha apuntado.
La residencia acoge a 60 personas, pero no todos participan en el acto del 22 de diciembre en el Teatro Real. Este año tan sólo 16 niños cantarán a la suerte -14 niñas y 2 niños- en el Sorteo Extraordinario.
Los niños han hecho sus apuestas para este año y han confesado a EL ESPAÑOL el número que creen será el Gordo del 2017: 84.303, 28.105, 19.507 y 14.142 han sido sus premoniciones.
Los veteranos y los debutantes controlan los nervios de cara al gran día, aunque reconocen que en la víspera aflora la inquietud. Desde los primeros ensayos en octubre hasta diciembre los pequeños practican en el salón de actos de su colegio y reviven una y otra vez los cánticos que traerán la alegría.
El origen de San Ildefonso
Es uno de los colegios más antiguos y famosos de Madrid. Se fundó en 1543, y es la institución, dedicada a la infancia, más veterana de la capital. Su origen, aunque no se sabe con seguridad, se relaciona con las guerras y la peste que tuvieron lugar entre el siglo XIV y la mitad del XV.
El Colegio Municipal de San Ildefonso nació para albergar a niños desfavorecidos y durante siglos fue una institución educativa benéfica destinada exclusivamente a dar refugio, ayuda y educación a los jóvenes más necesitados.
Hasta el año 1973 las puertas sólo se abrían para los niños que formaban parte del barrio. Entonces, las niñas no podían formar parte del centro, fue en 1981 cuando se aceptó una educación mixta en el colegio madrileño.
No se sabe con seguridad por qué los niños de San Ildefonso son los encargados de cantar los números de la Lotería año tras año, según algunos documentos la razón por la que estos alumnos reparten la suerte está en que en sus inicios cantaban en las plazas madrileñas a cambio de limosna.