La Policía se ha visto obligada a cargar contra los taxistas que encabezan la manifestación en los alrededores del Congreso en busca de "protección" frente a los "piratas" de Uber y Cabify. Ha habido un intercambio de empujones y una lluvia de líquido y botes de humo por parte de los taxistas contra el cordón policial.

Una hilera de taxistas se encontraba a unos centímetros de los agentes, provistos de cascos y escudos. El líder de la marcha ha gritado a sus compañeros que no lancen objetos para evitar las cargas. Los más radicales lanzaron botes de humo y tracas junto a las vallas y la Policía, que evitaron el acercamiento de los taxistas a la Cámara.

La petición de los taxistas solo ha sido atendida por Podemos. “PP, PSOE y Ciudadanos han vuelto a darnos la espalda”, ha proclamado un manifestante con un megáfono. Lejos de dar marcha atrás, al grito de “estamos hasta los huevos”, aseguran que esperarán hasta que acabe el pleno del Congreso para verse frente a frente con los diputados.

La marcha está autorizada hasta las tres de la tarde, pero los manifestantes gritan a través de sus altavoces: “No nos vamos, que nos saquen a porrazos”. A esa hora, la Policía podría desalojar la plaza de Neptuno. “Guerra, guerra, guerra”, gritan decenas de asistentes. Ante la mirada de los policías, siguen: “Nos quedaremos aquí sentados”.

Por otro lado, la patronal del sector de las VTC, Unauto, confirma que un conductor de la empresa Cabify ha resultado herido en un ataque en Barcelona durante esta mañana."Ha sido agredido con un golpe en la cabeza y ha tenido que ser trasladado a un centro hospitalario", explica un portavoz de la organización.

Junto a este suceso, desde la asociación confirma que se han registrado actos vandálicos en decenas de coches, "con pintura, clavos o pedradas".

Allí se han manifestado miles de taxis de todo el país. Botes de humo de rojo han envuelto la rotonda de la estación. Varios altavoces han mezclado el flamenco con la música electrónica. Sobre la carretera, explotaban tracas que corren chispeantes de un lado al otro de la calzada. La foto era de partido de fútbol, de aficiones a las afueras del estadio. "Rajoy, no tienes palabra", lucen varios carteles.

Es la séptima gran movilización en lo que va de año. El Gobierno ha prometido un decreto que frene la expansión de los vehículos VTC, pero los taxistas se quejan de un "flagrante incumplimiento de la ley". "La norma indica que sólo puede haber uno de esos coches por cada treinta nuestros, y eso no ocurre", indican los portavoces de las organizadoras, que se arriman al bordillo para poder atender a los periodistas.

El Paseo del Prado, esta mañana río de vehículos blancos, está cortado y muchos de los viajeros que llegan a Atocha se amontonan en las paradas de autobús en busca de improvisar un remedio y poder alcanzar su destino.

Al contrario que los taxis, los Uber y Cabify no pueden recoger pasajeros de forma espontánea. "¡Eso también se incumple!"se quejan los manifestantes en repetidas ocasiones. Un cartel sostenido desde la ventanilla de un coche dibuja una calavera enorme, "el destino que espera al taxi" si la situación se prolonga.

UBER Y CABIFY NO DAN SERVICIO CERCA DE LA MANIFESTACIÓN

Las compañías VTC, según han informado a través de un comunicado, han restringido su servicio en las avenidas colindantes al Paseo del Prado para evitar "agresiones". Fuentes consultadas por este periódico, mencionan "actos vandálicos" a las afueras de la ciudad, pero "no mayores que otras veces". "Quieren disfrazarnos de ilegalidad para echarnos del mercado y mantener su monopolio", rebaten.

Poco después de iniciar la marcha hacia el Congreso, un manifestante prende una traca y celebra agitando una bandera: "¡El paro en Madrid ha sido total!". La huelga, activa desde las seis de la mañana de este miércoles, se prolongará hasta las seis de la mañana del jueves. La reivindicación ha sido apoyada en todas las Comunidades autónomas, a excepción de Asturias y Castella León.

A pesar de sus desempates internos, los taxistas han logrado ensamblar un frente común contra Uber y Cabify. Fedetaxi, que aúna el 70% de las licencias, reconoce la rentabilidad de la apuesta tecnológica de la competencia y pide una reforma que también permita a su sector "flexibilizar las tarifas" y detallar el importe de la carrera al cliente antes de contratarla.

La protesta también ha fundido banderas de todo territorio. Varios gaiteros encabezan la marcha y forman coches venidos de Barcelona, fácilmente reconocibles por su color amarillo y negro. Los vendedores ambulantes de pipas y patatas fritas hacen la mañana acostándose a orillas del Paseo del Prado.

El cordón de la Policía

La marcha hacia el Congreso se topa con un cordón de Policía nacional. La ley no permite rodear la Cámara mientras se celebra un pleno en el interior, como es el caso. Esta mañana, media hora antes de empezar, los líderes de las asociaciones de taxistas se reunían con representantes del ministerio de Fomento. El decreto que prepara el Gobierno prohibirá la venta de licencias VTC en los próximos dos años y la fabricación de un registro público de su actividad para controlar "las irregularidades" denunciadas por los taxistas.

El mandato no convence a los manifestantes porque el Tribunal Supremo ha dictado sentencia en favor de la concesión de 80 licencias a las compañías VTC, lo que abre un "peligroso precedente". Entonces, los conductores del taxi se quejan, pero Fomento responde: "No podemos legislar contra los tribunales".

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