El nombre de Kateryna Myerkova pasaría desapercibida entre el listado de los 23 miembros de la mafia georgiana detenidos este miércoles por la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra. Pero los investigadores de la denominada operación Nápoles sabían que no era una más. Su arresto no habrá sentado bien entre los máximos dirigentes de la organización criminal, algunos en la cárcel y otros en paradero desconocido. Uno de esos líderes o Ladrones en Ley, como se les denomina en del argot de las mafias del Este, es Kakhaber Shushanashvili y Kateryna es su pareja.
Según informan a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación, esta mujer jugaba un papel dentro de la estructura de las finanzas del grupo. En concreto se encargaba de realizar labores de tesorería gestionando el dinero de la organización y la caja común. El clan de Rustavi al que pertenecen se dedicaba al robar en domicilios y todo el botín iba a una caja desde donde se repartía a cada uno su parte correspondiente. Según los expertos, las mafias georgianas destacan por su obediencia y disciplina por lo que todos cumplían con las órdenes estipuladas desde la dirección.
Kateryna Myerkova continuó así las labores que siempre desempeñó su marido Kakhaber, conocido como el cajero por los investigadores. Tras ser arrestado en 2010 por la Policía española, actualmente está preso en Francia con una larga condena pendiente, pero eso no impide que siga recibiendo información de los pasos que da su organización. Los hermanos Sushanashvili conforman una dinastía en el clan de Rustavi. Lasha Sushanashvili, está considerado el jefe máximo y se encuentra preso en Grecia. Fue detenido en el país heleno en 2012. Fueron necesarios dos intentos para apresarle ya que la primera vez se escapó gracias a un chivatazo de las autoridades griegas.
Operación Nápoles
La operación Napoles supone el tercer golpe policial a este grupo que acumula 60 detenidos en los últimos años. Además de los 23 detenidos se han realizado 13 registros en inmuebles y locales de la zona metropolitana de Barcelona (Barcelona capital, Hospitalet, Mataró, Gavà, Cornellà) y de Madrid. Entre los lugares registrados se encuentran varias empresas de mensajería que el clan usaba para exportar a Georgia los objetos robados. Sólo en las diligencias practicadas este miércoles, los agentes han logrado recuperar numerosos bienes sustraídos, según informan las fuentes consultadas.
La operación parte de los hechos del día 4 de enero de 2016 en Terrassa, en que se produjo el homicidio con arma de fuego de dos personas también originarias de Georgia. La casa estaba en la calle Nápoles de la localidad barcelonesa y de ahí el nombre de esta operación policial que ha estado impulsada por la Fiscalía especial anticorrupción y criminalidad organizada y dirigida por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Terrassa. Hasta Cataluña se han desplazado agentes de la Unidad Central contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (UDYCO) así como numerosos efectivos antidisturbios.
A juicio de la Policía, esta es una de las organizaciones criminales de origen georgiano de más antigüedad y arraigo en España, con múltiples antecedentes y causas anteriores. Los investigadores dan por desarticulado el nivel directivo de la organización, que hacía transitar y blanquear dinero y efectos procedentes de diferentes delitos contra el patrimonio hacia estructuras superiores ubicadas fuera de España.