Sólo podía pasar en un mitin de gallegos. Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Xunta, y Xavier García Albiol, el candidato del PP a las elecciones del 21 de diciembre, trataban de abandonar la sala entre saludos y selfis cuando, en un santiamén, los propios asistentes recogieron las sillas de la sala, las ordenaron y enfilaron el rumbo al bar.
Ocurrió este martes en el distrito de Horta-Guinardó, en una Barcelona más normal y muy distinta a la de los políticos. Allí se encuentra el centro gallego Saudade, que recibe con un gran cartel con la bandera blanca y azul. En la sala, muchos hablan gallego y le explican a Feijóo, la gran atención, que son de pequeños pueblos que dejaron hace décadas.
El centro, lleno de carteles que evocan desde el Día de las Letras gallegas hasta la fiesta de la empanada, se fundó en 1982, en una época en la que la emigración comenzó a construir, buscando prosperidad, la Barcelona de hoy. A los que hay en el mitin se les nota a la legua. Todavía sufren saudade, ese sentimiento ligeramente triste de nostalgia de un momento feliz.
En torno a unos 72.000 personas nacidas en Galicia viven en Cataluña, de los cuales ocho de cada 10 lo hacen en la provincia de Barcelona. Ellos, sus hijos y amigos, también votan. Tras sobrevivir al mitin inaugural de Junts per Catalunya, lo hemos intentado en uno del PP.
1.- La otra Barcelona. Uno se da cuenta pronto. Existen más Barcelonas que las que salen por la televisión. La reunión de paisanos gallegos, la mayoría pensionistas que hablan entre ellos en gallego, ofrece una imagen de diversidad poco habitual. Uno cree, por un momento, estar en un mitin de Feijóo en Galicia. Las mesas habilitadas para el trabajo de la prensa llevan el logo de Estrella Galicia. Parece que el tiempo se ha detenido.
2.- Un mitin sin aplausos. El encuentro es breve y sin épica. Tras una breve introducción del responsable de la asociación que gestiona el centro, habla Feijóo y después Albiol. De carrerilla, sin mucha pasión. Sólo un aplauso interrumpe los discursos. Ocurre en el turno de Feijóo, que ironiza con que Albiol es el candidato de más altura. Comparado con el de los que acuden a escucharle, parece un gigante.
3.- ¡Paquito el chocolatero! Esto es un mitin del PP, esto es España, señores. Por eso, cuando Feijóo habla de que, para hacer una tortilla, hay que romper los huevos [...], en referencia a la valentía que ve en Albiol, suena un móvil con la música de Paquito el Chocolatero. No hay cuerpo de baile, pero muchos sonríen. Lo más normal.
4.- ¡Que os quedáis sin pensión! Albiol no desaprovecha la ocasión para advertir a los presentes, la mayoría de la tercera edad, de que si votan al independentismo o no votan, pueden quedarse sin pensión. "Mientras Cataluña siga siendo España, las pensiones en nuestro país están garantizadas, pero que aquellos pensionistas que decidan apostar por el independentismo tengan muy claro que están poniendo en riesgo su futuro económico y el de miles de pensionistas", dice el candidato popular. Y, sin embargo, el Gobierno ha tenido que pedir un préstamo para pagar la extra de Navidad.
5.- El trancazo de Albiol. El candidato se excusa. Un virus peor que el del CIS (que lo sitúa séptimo, en último lugar para este 21-D), lo aqueja. Dice tener fiebre, tiene la voz tomada. Pero no puede parar. La campaña obliga.
6.- La 'ayudita' de Feijóo. El presidente gallego invita a Albiol a no creerse las encuestas. "No te preocupes de las encuestas. Si por ellas fuera, nunca hubiera sido presidente de la Xunta. Y llevo tres mayorías absolutas", recordó. En ese momento, probablemente Albiol puso cara de circunstancias. Nadie lo ve como presidente ni con un 155 al cuadrado. Feijóo le dice que, en realidad, la intención es lo que cuenta. "Ocurra lo que ocurra el 21 de diciembre, podrás mirar a la cara a todos los catalanes".
7. Media de edad: 60 o 65 años. Muchos quedan para pasar la tarde el día siguiente. Menos de dos centenares en una sala que llenan de sobra. Los jóvenes son periodistas en su mayoría. Demografía gallega.
8. Propuestas concretas: apenas ninguna. Albiol habla de bajar el IRPF a clases medias y de una reforma fiscal. Poco más.
9. El enemigo: el infierno independentista y, en especial, la antigua CiU. Feijóo se pregunta cómo un partido que ha gobernado "siempre, porque son los mismos", y ha aprobado presupuestos del PP y del PSOE, puede decir que España les roba. Feijóo busca pescar en el campo conservador y por eso se centra en Junts per Catalunya, aunque no lo cita por el nombre. Ni siquiera les llama PDeCAT. Son "la antigua Convergencia". "Si han sido capaces de destrozar a CiU, es evidentemente que son capaces de destrozar a Cataluña". Y él, como gallego, se reivindica español porque puede querer al mismo tiempo "a papá y a mamá".
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