La Guardia Civil ha detenido en Melilla a un ciudadano marroquí de 65 años de edad por llevar oculto en un doble fondo del salpicadero de un vehículo a un menor de origen subsahariano, un chico de 12 años de Guinea Conakry, durante una intervención en la aduana de Beni-Enzar durante un registro rutinario.
Según ha informado este sábado un portavoz de la Comandancia de Melilla, el servicio se ha llevado a cabo en la tarde de este pasado viernes en la frontera principal que separa la ciudad autónoma de Marruecos, por parte de los guardias civiles pertenecientes a la Sección Fiscal de Beni-Enzar cuando realizaban los habituales registros e inspecciones sobre vehículos que entran a esta ciudad procedente de Marruecos.
La actuación se inició cuando, una vez llegado el vehículo marca BMW modelo X-5 con matrícula marroquí a la altura de la Guardia Civil, se le indicó a su conductor que se apeara y que entregase su documentación personal y la del vehículo, para realizar una inspección documental. Acto seguido se le requirió a su único ocupante que abriera el maletero, no hallándose nada anormal.
Detector de latidos
El portavoz policial ha explicado que, una vez realizada una inspección sobre el turismo mediante el equipo detector de latidos, "un nimio detalle infundió sospechas a la fuerza actuante sobre el vehículo y conductor a la vez que produjo sorpresa a la fuerza actuante al tratarse de un vehículo de alta gama y en muy buen estado de conservación".
Seguidamente efectuaron un registro exhaustivo del interior del vehículo hasta llegar al salpicadero, instante en que, al introducir el guardia civil una mano en su interior, palpó el cuerpo de una persona, tras lo que de forma inmediata se arrancó parte del frontal para poder extraerlo y auxiliar a la persona que se hallaba en su interior.
Tras ser rescatado de un espacio de reducidas dimensiones, resultó ser un niño que presentaba síntomas de sudoración, respiración agitada, entumecimiento y desorientación, al que los agentes practicaron in situ unos primeros auxilios para poder reanimarlo sin precisar asistencia médica.
La persona auxiliada resultó ser un varón de origen subsahariano, indocumentado, y manifestó tener 12 años de edad y proceder de Guinea Conakry.
La Guardia Civil procedió a la intervención del vehículo y detención del conductor, tratándose de un varón de 65 años de edad, de nacionalidad marroquí, como supuesto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros que ha sido puesto a disposición judicial de esta ciudad. Por su parte, el menor ha sido trasladado al centro de menores de la Purísima de la Ciudad Autónoma de Melilla para su debida atención, siendo comunicado el hecho a la Fiscalía de Menores.
El portavoz de la Comandancia ha destacado que "las mafias no descansan en su empeño en buscar nuevos modus operandi con el único y despreciable objetivo de traficar con los seres humanos a cambio de un lucro económico, utilizando, en este caso, vehículos de alta gama para no infundir sospechas y de este modo llevar al engaño a los guardias civiles de servicio".