El presunto asesino de Kenya Álvarez, la mujer encontrada sin vida la pasada nochebuena junto a las vías del tren en Sant Adrià (Barcelona), intentó hacer pasar su crimen por una reyerta vinculada con el menudeo de drogas. Esa es, al menos, una de las tesis con la que trabajan los Mossos d'Escuadra para explicar porqué el presunto asesino degolló a su pareja en pleno día 24 y la trasladó después su cuerpo oculto en una bolsa verde y a los ojos de varios vecinos hasta un descampado cercano.
El cuerpo sin vida de Kenya, de 30 años de edad, fue localizado por los agentes la mañana de Navidad en ese mismo descampado, conocido entre ellos por ser uno de los focos más conflictivos de la zona y donde son habituales las reyertas y los altercados provocados por pequeños camellos y toxicómanos.
El asesino intentó enterrar el cuerpo en la zona, pero no lo consiguió. El cadáver quedó cubierto de tierra, pero tenía todavía visibles -fruto de las prisas o de la improvisación- varias extremidades.
Sin embargo, la pareja de Kenya, Carlos Sánchez Torralba fue detenido pocas horas después y considerado el principal y único sospechoso de su muerte. Ella le había denunciado en dos ocasiones por malos tratos pese a que después desistió de esas denuncias. Él había sido visto por varios vecinos transportando un gran bulto verde a cuestas la noche antes de que su pareja apareciera degollada y entre jeringuillas.
Tras su detención, agentes de la policía científica buscaron restos de sangre y pruebas para afianzar el caso en la vivienda que el detenido tenía en la calle José Monge "Camarón" del barrio de La Mina. Por el momento, los resultados de la investigación permanecen bajo secreto de sumario.