Carles Puigdemont empieza a asumir que no volverá a ser president de la Generalitat. Este lunes se aleaban varios acontecimientos que hacen casi imposible que el cabeza de lista de Junts per Catalunya pueda ser investido en el Parlament. El informe de los letrados del Parlament, la amenaza gubernamental sobre la continuidad del 155 y la sentencia del caso Palau confluyen para lastrar aún más, si cabe, las opciones de Puigdemont.
La pretensión de una investidura telemática de Puigdemont pierde fuerza con el paso de las horas. Este lunes por la tarde se conocía el informe jurídico que los letrados del Parlament han elaborado a petición del PSC y Ciudadanos. El resultado es demoledor para el expresident. Porque el texto niega la opción de que pueda ser investido de forma telemática o delegada. Los expertos de la cámara catalana subrayan que la investidura debe ser con participación "directa y personal" del candidato.
"Presencia imprescindible"
En el documento, los letrados explicitan que el "respeto a las reglas básicas de los procedimientos parlamentarios" hace "imprescindible" la asistencia de los protagonistas al debate "sin ningún medio interpuesto ni sustitución de la persona que ha de ser el principal protagonista", de acuerdo a la ley y el reglamento.
Teniendo en cuenta que si volviese a España sería detenido por su situación procesal en la causa que instruye Pablo Llarena en el Tribunal Supremo, Puigdemont está ante un callejón sin salida. O sigue en Bruselas sin poder ser investido o viaja a España para la investidura pero acaba (antes o después) en la cárcel.
Si bien el informe de los letrados no es vinculante y, por ello, los independentistas podrían intentar la investidura de Puigdemont en todo caso, la realidad es que en ERC e incluso en parte del PDeCAT no parecen por la labor. Este mismo lunes La Vanguardia contaba que en ERC podrían echarse atrás sobre la investidura de Puigdemont en caso de que los letrados del Parlament se pronunciasen como se han pronunciado.
Si hay investidura telemática, más 155
En cualquier caso, si una vez configurada la Mesa del Parlament -se configura este miércoles-, los separatistas (JxCat, ERC y la CUP) uniesen sus fuerzas para cambiar el reglamento con el objetivo de facilitar la investidura telemática, el Gobierno y los partidos constitucionalistas recurrirían ese cambio.
Este mismo lunes, sin ir más lejos, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recordaba que si Puigdemont es investido telemáticamente, el artículo 155 de la Constitución seguirá en vigor. En román paladino, al expresident y cabeza de lista de JxCat se le agotan las opciones para ser elegido. Sobre todo porque, además, crecen las voces independentistas que le reclaman, aunque sea indirectamente, que dé un paso atrás. "Nadie es imprescindible, hay que pensar en el proyecto de país", sentenciaba Artur Mas este domingo.
El caso Palau enfrenta a los independentistas
Por si los argumentos citados contra la investidura de Puigdemont -informe jurídico y aplicación del 155- fueran poco, este mismo lunes se conocía la sentencia del caso Palau, que marca un antes y un después en Cataluña porque estipula que la antigua Convergència se financiaba ilegalmente con mordidas. Este fallo judicial aporta munición a ERC y la CUP contra los convergentes y contra sus herederos del PDeCAT.
¿Utilizarán los separatistas de izquierda la corrupción de Convergència contra la investidura de Puigdemont o darán prevalencia a la causa independentista por encima de todo? La respuesta, como todo el entuerto que se vive en Cataluña, se conocerá en los próximos días.
Noticias relacionadas
- Los letrados del Parlament rechazan que Puigdemont sea investido desde Bruselas
- Rajoy advierte de que "el 155 seguirá en vigor" si Puigdemont es investido sin estar presente
- Del Palau a la investidura: el separatismo, entre su pasado más oscuro y su futuro más incierto
- Mas sobre Puigdemont: "Nadie es imprescindible; hay que pensar en el proyecto de país"
- Puigdemont, contra las condecoraciones a policías: "Les debería caer el peso de la ley"