El Instituto Andaluz de la Mujer y el Instituto Andaluz de la Juventud han presentado hoy la campaña #NoSeasAnimal contra el acoso sexual callejero, una "práctica socialmente aceptada que normaliza el papel de las mujeres como objeto sexual", según estos organismos.
La campaña se acompaña de gráficos con una metáfora con perfiles de los diferentes tipos de fauna callejera: el gallito que dice piropos a unos metros de distancia; el cerdo que grita barbaridades; el buitre que está al acecho; el pulpo que se pega cada vez que puede o el búho que no te quita ojo de encima.
Todo ello cerrado con los mensajes: "Estos comportamientos no son propios de personas"; "Ayúdanos a que la fauna callejera se extinga" y "El acoso callejero es una forma de violencia machista". Con el lema #NoSeasAnimal, la campaña se difundirá a través de redes sociales y medios de comunicación.
Doble polémica
Tras la difusión del vídeo en redes, se ha encendido un debate en Twitter y Facebook. Por un lado, algunos internautas criticaban que campañas como esta, que hablan del hombre como un animal (pulpo, buitre, búho...) no ayuda a dar visibilidad a la violencia machista. "Son hombres. Los animales no nos acosan, vamos a tener que aclararlo", denunciaba la periodista Ana I. Bernal-Triviño en su cuenta de Twitter.
Por otro lado, la campaña también ha despertado polémica entre los que creen que un piropo no es "acoso sexual". "A mí me dicen piropos todos los días todos los días y no me siento acosada. No mezclemos churros con merinas...", comentaba Yolanda Couceiro.
Durante el acto de presentación de la campaña, el director del Instituto Andaluz de la Juventud ha señalado que el acoso callejero es la práctica "machista y sexual más comúnmente aceptada", que favorece la situación de vulnerabilidad sexual de las mujeres.
"Se trata de comentarios sexuales explícitos o implícitos que los hombres hacen cotidianamente a las mujeres en las calles, sin ver en ello violencia", y que van desde el "piropo que cosifica hasta la realización de fotos o los roces en transportes públicos".
La directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Elena Ruiz, ha indicado que el acoso callejero es una práctica abusiva en la que "el hombre hace uso de su conducta machista para creerse en el derecho de tratar a las mujeres como objetos sexuales, normalizando así una situación de vulnerabilidad que a veces deriva de agresiones o abusos sexuales".
La campaña es el colofón de la VIII Escuela de Igualdad, que durante este otoño ha llegado a casi 500 jóvenes de 14 a 17 años de centros de secundaria de las ocho provincias andaluzas.