El exministro de Interior Jorge Fernández Díaz, al que le diagnosticaron en 2015 un cáncer de hígado, se encuentra ingresado en el madrileño Hospital Universitario de La Princesa desde ayer por la tarde después de sufrir un infarto tal y como han confirmado fuentes ministeriales. Según fuentes cercanas, al político del PP se le habría practicado un cateterismo en la unidad coronaria de la clínica. Se desconocen más datos sobre su estado de salud, aunque voces del PP afirman que "se encuentra fuera de peligro".
Fernández Díaz, que ocupó la cartera de Interior entre 2011 y 2016 -abandonó el puesto el de 4 de noviembre de 2016 conocida ya públicamente su dolencia- se ha visto sometido, durante los dos últimos años a tratamientos de radioterapia, quimioterapia y a dos operaciones muy importante para superar el cáncer. Sin embargo, todo ello, como el desarrollo inicial de la enfermedad y su evolución hasta la situación actual se ha llevado siempre desde el más estricto respeto a su intimidad.
El diagnóstico -conocido hace ya más de dos años- le dejó bloqueado unos segundos aunque, inmediatamente, decidió seguir adelante sin abandonar sus tareas políticas. De hecho, tanto los médicos como algunos de sus más allegados se encontraron con la negativa a abandonar sus funciones cuando le propusieron que dejara el puesto de ministro y mantener, como mucho, el acta de diputado, en una posición política de segundo nivel. "No quiso parar. Se había comprometido y no quería fallar a nadie”, explicaba un allegado a EL ESPAÑOL.
Fernández Díaz, sin embargo, se encontró con otro contratiempo inesperado. Su voluntad por seguir tuvo que enfrentarse a un Gobierno en funciones hasta el 26-J. Las elecciones del 25-D no sirvieron para nada y el político, catalán nacido en Valladolid, aguantó "como un santo". Con ese juego de palabras hacía referencia una fuente cercana a su forma de afrontar la enfermedad, pues de que Fernández Díaz descubriese a Dios en Las Vegas, su fe católica ha sido uno de los pilares de su vida. De hecho, supernumerario del Opus Dei desde 1997, para el exministro el cáncer podía enfrentarse más como un martirio que como un castigo.
Tras convertirse en el centro de las críticas ante la publicación de unas grabaciones en la que Fernández Díaz conversaba con el entonces director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, sobre cómo combatir el independentismo catalán, el ya exministro fue propuesto por el Grupo Parlamentario Popular como presidente de la Comisión de Exteriores. Aquello no cuajó, como tampoco lo hizo una hipotética presidencia de la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas. Finalmente, le destinaron a la Comisión de Peticiones del Congreso. Hasta que se conocieron sus operaciones en clínica privada de la Universidad de Navarra.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) el cáncer de hígado es el décimo más frecuente diagnosticado en varones en España. En 2012 (últimos datos disponibles) se localizaron en España 5522 casos de este tipo de cáncer que, en más del 50% de los casos, está asociado a cirrosis que, a su vez, puede estar causada por el consumo excesivo de alcohol y/o por la infección por los virus de la hepatitis B y C.
Como en la mayoría de los tumores malignos, la detección precoz del cáncer está asociada a una mayor supervivencia que en ningún caso es muy elevada en el cáncer de hígado. Según la American Cancer Society, la tasa relativa de supervivencia a 5 años para las personas con cáncer de hígado localizado es aproximadamente del 30.5% y se reduce al 10.7%.en el cáncer en etapa regional, es decir, cuando el cáncer ha crecido hacia los órganos adyacentes o se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos.