La noticia ha saltado en Francia de la mano de su presidente, Emmanuel Macron, al confirmar que restablecerá el servicio militar obligatorio para todos sus ciudadanos con una duración de un mes. Si Mariano Rajoy quisiera imitar la iniciativa encontraría una serie de dificultades que obstaculizarían su propósito. Principalmente, en el ámbito económico: en España, con una tasa de paro que alcanza el 16,38% -datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al tercer trimestre de 2017-, no hay problemas de reclutamiento en las Fuerzas Armadas. Y tampoco habría consenso político para hacerlo. En otras palabras, no hay sitio para la mili forzosa en nuestro país.
“Servicio nacional universal” es el término con el que Macron bautizó a la nueva mili francesa en un discurso pronunciado ante militares en la base naval de Tulón. Afirmó que varios Ministerios estarán implicados en su puesta en marcha y que contará con un presupuesto propio. El discurso, no obstante, no es nuevo: en su campaña electoral, el ahora presidente francés ya comunicó su intención de reinstaurar el servicio militar obligatorio, suspendido en 1996 por Jacques Chirac.
¿Y en España? “No nos encontramos ante esa necesidad”, advierten fuentes del Ministerio de Defensa en conversación con EL ESPAÑOL. Y apuntan a diferentes países nórdicos -como Suecia, que recuperó el servicio militar obligatorio en marzo de 2017-: “Son zonas en las que se registra el pleno empleo y donde encuentran serios problemas de reclutamiento en sus ejércitos. En España no se da esa situación y las Fuerzas Armadas están plenamente profesionalizadas”.
No faltan las voces que en diferentes momentos han planteado la opción de reinstaurar una suerte de mili voluntaria a la que pudieran incorporarse los jóvenes interesados, especialmente enfocada hacia aquellos que no tengan trabajo o que no cursen ningún estudio o formación. El teniente general jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de la OTAN en Bétera (Valencia), Rafael Comas, manifestó su opinión en este sentido en 2014 -aunque lo supeditó a un debate previo en el ámbito político-.
Pero en España no hay necesidad de mili. Al menos, en términos económicos. Con las elevadas tasas de paro, las Fuerzas Armadas no tienen problema de reclutamiento y el servicio militar obligatorio, suspendido en el año 2001 por el presidente José María Aznar, parece haber caído en el olvido.
“Es un debate que no consideramos”
Desde los principales partidos políticos españoles tampoco se contempla la posibilidad de llamar a filas a los ciudadanos para recibir una instrucción militar. Ni siquiera si ésta durase un mes, como ha planteado Emmanuel Macron.
En el PSOE no contemplan abrir una línea política en este sentido. Apuntan a que desde su partido se ha combatido históricamente contra la obligatoriedad de la mili y que ahora no van a colocar esta opción en su hoja de ruta.
“Es un debate que no consideramos”, argumentan desde Ciudadanos. La formación de Albert Rivera considera que el asunto, sencillamente, “no está en la agenda”.
Juan Antonio Delgado, diputado de Unidos Podemos y portavoz en la Comisión de Defensa del Congreso, se expresa en una línea similar: “El debate no está en la sociedad y nosotros no lo contemplamos. Abogamos por la profesionalización de la Defensa, por la modernización y correcta equipación de las Fuerzas Armadas. Antes que ese discurso, hay que centrarse en otros problemas más acuciantes como la situación de la Tropa y Marinería, efectivos del Ejército que quedan desvinculados a los 45 años y se ven en la calle sin salida profesional”.
Sin respaldo de las principales fuerzas parlamentarias, sin interés en arrojar la iniciativa, y con unas Fuerzas Armadas que ya cuentan con más de 120.000 efectivos, Mariano Rajoy no podría imitar a Macron y anunciar la puesta en marcha de una mili obligatoria.