El momento más agrio de la comparecencia de Pedro J. Ramírez en la comisión Bárcenas del Congreso de los Diputados se produjo casi al final. El portavoz del PP Eloy Suárez lanzó un ataque personal sin precedentes contra el director de EL ESPAÑOL cuando cerró su intervención con estas palabras: "Tenga usted en cuenta esta frase hecha por alguien muy cercano a usted en algún tiempo: 'Mi vida era Rajoy, Rajoy, Rajoy. ¿Tú sabes la relajación intelectual que ha sido para mí no pensar en Rajoy?".
Sin mencionarla, el diputado del PP se estaba refiriendo a una entrevista que concedió Ágatha Ruiz de la Prada a la revista Diez Minutos donde hablaba de su separación del periodista. Es evidente que se trata de una alusión a la vida del compareciente que nada tenía que ver con el objeto de la comparecencia. La respuesta de Ramírez fue contundente: "Nunca imaginé que volviéramos a esos tiempos oscuros en los que se respondía con alusiones personales incluso referidas al ámbito más personal e íntimo cuando no existen argumentos políticos".
Además, como puede verse en el vídeo adjunto, el director de este diario tachaba de "cortina de humo" el conjunto de acusaciones previas que había vertido Suárez y afirmaba que "me olvidaré del señor Rajoy el día que deje de ser presidente del Gobierno". Ramírez recordaba que pese a que en el pasado dijo "cosas más terribles" sobre González, Aznar y Zapatero, "jamás un jefe del Gobierno, en sede parlamentaria y sin conceder la posibilidad de responder, me acusó de mentir, calumniar, tergiversar y manipular".
La "animadversión"
Con la alusión personal ya referida concluía el turno del portavoz del PP, pero ese no fue su único ataque. Paradójicamente, Suárez apenas preguntaba al director de EL ESPAÑOL, pese a que éste había dicho previamente que "las preguntas que espero con más interés son las del PP" por aquello de que en democracia deba respetarse el principio de contradicción. Y se afanaba por desacreditar al periodista.
Primero, el portavoz del PP enumeraba una serie de adjetivos que Pedro J. Ramírez ha escrito sobre Rajoy -estafermo, saco de bofetadas, papamoscas o guardia urbano- y le preguntaba si "siente animadversión por Rajoy". "Yo no sentía ninguna animadversión por el señor Rajoy aquel sábado de mediados de los noventa cuando el entonces presidente Aznar le encargó al vicesecretario general del PP, el señor Rajoy, que me enseñara el funcionamiento de la sede de Génova, y me dedicó toda una mañana a enseñarme amablemente casi todo lo que sucedía".
Tampoco tuvo ese sentimiento, argüía el periodista, "cuando me invitaba a cenar en su casa" o "cuando como líder de la oposición me llamaba constantemente para conocer mi opinión sobre la posición del PP en asuntos de actualidad". Pedro J. concluía diciendo que "yo no he denunciado la corrupción del PP porque tuviera animadversión sobre el señor Rajoy, tengo muy mala opinión de Rajoy desde que he conocido su conducta en relación a la corrupción del PP".
Los "937 artículos", las sentencias y la indemnización
Además de la referencia a la "animadversión", el portavoz del PP intentaba desacreditar al director de EL ESPAÑOL argumentando que ha dedicado "937 artículos" a Rajoy, "muchos de ellos, muy negativos" y acusándolo de "moverse en la conjetura" en esos textos. Y, sin explicar muy bien a qué casos se refería, esgrimía que los tribunales "han condenado unas cuantas veces por falsedad" a los medios que ha dirigido.
Entre sus ataques ad hominen, Suárez afirmaba que "me preocupan indemnizaciones multimillonarias, de 25, 27 o 30 millones de euros, que veo pagadas a personas cuando cesan en sus funciones" -en referencia a la indemnización que recibió Pedro J. cuando fue destituido como director de El Mundo-. Y también acusaba a Ramírez de "añorar tertulias". Para terminar su discurso con la alusión personal antes mencionada.
El presidente de la Comisión, Pedro Quevedo, preguntó a Suárez si había formulado o no pregunta alguna al compareciente. El portavoz del PP decía que "solo he hecho afirmaciones". Pedro J. Ramírez pedía responder "insistentemente" tras denunciar "el intento de descalificar al testigo en función de circunstancias personales". Tras sus dudas iniciales, Quevedo permitía contestar al director de este periódico. Y, como puede verse en el vídeo adjunto y ya se ha dicho, el director de EL ESPAÑOL respondía con contundencia a todas las acusaciones.