La entrevista telefónica que Oriol Junqueras concedió a la radio RAC1 le supondrá al dirigente de ERC una sanción de entre 15 y 20 días sin salir al patio de la cárcel de Estremera. Esa es la sanción rubricada por la dirección del centro penitenciario, basada en el incumplimiento de la normativa fijada para este tipo de casos.

Los acontecimientos se remontan al pasado 18 de diciembre. Oriol Junqueras, en prisión tras la celebración del referéndum ilegal celebrado en Cataluña el 1-O, utilizó una de sus llamadas personales para hablar con un periodista del programa radiofónico El Món. En esa entrevista, el líder de ERC reclamó poder ser investido pese a estar en prisión, una circunstancia que, según dijo, "te hace más fuerte, más convencido y te refuerza el alma".

Según publica El Independiente y confirman a EL ESPAÑOL fuentes solventes, Junqueras será sancionado con entre 15 y 20 días sin salir al patio de la cárcel como castigo por saltarse las normas, que impiden que los presos utilicen sus llamadas para conceder entrevistas.

Un portavoz del Ministerio del Interior, no obstante, apunta a que no hay una resolución definitiva sobre el caso.

Dos horas al día

"Una vez que se tramite todo el expediente y sean escuchadas estas personas, se resolverá conforme a derecho por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciaras", apuntó entonces el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

Con esta sanción, Junqueras se verá privado del beneficio de salir al patio dos horas al día. Durante ese tiempo deberá permanecer en su celda.

Oriol Junqueras ha recordado recientemente en su cuenta de Twitter que lleva tres meses en la cárcel de Estremera.

Una presidencia "simbólica"

Mientras tanto, Junqueras ha defendido este jueves la posibilidad de investir al candidato de JxCat, Carles Puigdemont, y ha añadido que las circunstancias actuales obligan a plantear la posibilidad de combinar una Presidencia de la Generalitat "simbólica" con otra efectiva.

En una entrevista con Diario16.com respondida desde la cárcel a través de sus abogados, defiende la candidatura de Puigdemont: "La cuestión es si el Parlament puede investir a un diputado electo. Ahí radica un principio democrático elemental".

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