Pedro Casares (Santander, 1983), es doctor en Economía por la Universidad de Cantabria y trabaja como profesor universitario. Aunque lleva ya unos cuantos años implicado en política, no encaja en el perfil tipo de joven que se cría por y para el partido.
Es el miembro más joven de la Ejecutiva de Pedro Sánchez y ocupa la cartera de Transportes e Infraestructuras Estas semanas ha tenido trabajo extra. El invierno y, según el PSOE, la mala gestión del Gobierno, ha atrapado a conductores en sus vehículos y dejado a pasajeros de avión en tierra.
De eso culpa, en parte, al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, al que conoce bien, pues fue durante nueve años alcalde de su ciudad. La mayor parte de su tiempo lo invierte políticamente en Santander, donde es el jefe de la oposición municipal y logra por sacar a su ciudad de la excepcionalidad: en democracia, no ha habido alternancia sino que el centroderecha ha ocupado siempre el poder.
¿Ha sido adecuada la gestión de la crisis por el mal tiempo?
En este país, cada vez que hay una nevada, se paralizan nuestras infraestructuras. Lo hemos visto con el aeropuerto de Madrid-Barajas o hace unas semanas en las carreteras. Da la sensación de que a España aún le falta mucho para alcanzar el desarrollo. Estas cosas no pasan en países de nuestro entorno. Hay una falta evidente de inversión en infraestructura, en mantenimiento, especialmente por los recortes, y una mala gestión del Gobierno. Hubo una mala previsión, una falta evidente de información a los conductores sobre algo que se sabía desde antes de que hubiera problemas. Ha habido una falta de coordinación en los planes de vialidad invernal que tienen el Ministerio de Fomento y la Dirección General de Tráfico. Y después, se ha tratado de echar la culpa a la concesionaria a pesar de que se trate de autopistas de titularidad estatal.
¿Cómo deberían dirimirse las responsabilidades?
Pedimos el cese del director de la DGT por su soberbia, por echar la culpa a los conductores y su evidente mala gestión. Los ministros deberían haber dado la cara en los días críticos, deben comparecer en el Congreso y asegurar que los problemas no se vuelvan a repetir. Hay que tomar medidas, invertir, hacer que los planes de vialidad invernal funcionen, que los recortes, que se han notado en los quitanieves o en el mantenimiento de la red, no los paguen los ciudadanos.
De la Serna está en las quinielas para suceder a Mariano Rajoy. ¿Sería un buen presidente?
Sería un nefasto presidente. Los santanderinos le hemos sufrido como un mal alcalde, ahora los españoles lo sufren como un mal ministro de Fomento, que es experto en contar planes e infografías, en hacerse fotos por toda España. Sería el presidente del Gobierno más preocupado por sí mismo y su autopromoción, como hasta ahora, que preocupado por los problemas de los españoles. Hasta sus propios compañeros del Consejo de Ministros comienzan a conocerlo.
De la Serna quiere privatizar los beneficios y socializar las pérdidas. Lo estamos viendo ahora con el rescate de las autopistas de peaje quebradas, cuya fiesta vamos a pagar todos
La vanidad puede ser un pecado humano hasta perdonable en muchos políticos, especialmente comparado con otros. Con De la Serna, ¿el PP podría dejar atrás la sombra de la corrupción?
Es una persona que encarna el ideario más conservador del PP. Más allá de su imagen, es del ala más conservadora. Lo demostró en Santander y ahora en el Gobierno, con su capacidad de privatizar todos los servicios públicos. Ahora es un defensor de la privatización de la gestión de Aena o de las concesiones privadas. De la Serna quiere privatizar los beneficios y socializar las pérdidas. Lo estamos viendo ahora con el rescate de las autopistas de peaje quebradas, cuya fiesta vamos a pagar todos. Ahora defiende que las mismas empresas puedan volverse a presentar a los concursos. Qué despropósito. De la Serna no se preocupa por los problemas de los ciudadanos.
¿Es un político limpio?
No pondría la mano en el fuego por él, aunque no lo sé. No es un político honesto en el sentido de la buena política, de la que se preocupa por los problemas de los ciudadanos, que dice las cosas como son.
¿Qué ha cambiado en estos meses en el PSOE? ¿Ha recuperado el pulso?
Sí. Lo hemos visto recientemente con los resultados del CIS, aunque las encuestas sean encuestas. Nadie duda hoy de que el PSOE, liderado por Pedro Sánchez, es una alternativa de Gobierno útil a los ciudadanos y con capacidad de gobierno. Quién nos lo iba a decir hace unos meses, con la delicada situación orgánica que teníamos, muy complicada y triste. En unos meses hemos conseguido dar la vuelta a todo eso. Somos la izquierda capaz de conectar con una gran mayoría social y hacer cambios en este país.
Cuando volvió Pedro Sánchez, el PSOE estaba mucho peor que en las últimas elecciones. Antes nos separaban 15 puntos del PP y hoy nos separan tres
El PSOE dice que las distancias se acortan con el PP, pero respecto a las últimas elecciones generales, el PSOE gana cuatro décimas mientras el PP se desploma más de siete puntos y Podemos pierde más de dos. El CIS es, para ustedes, muy similar al último resultado electoral, el peor de la historia del partido. ¿El PSOE sólo mejora porque los demás se hunden?
Hay que tener en cuenta no sólo las últimas elecciones. Por medio tuvimos los episodios internos, la dimisión del secretario general o la gestora, una etapa muy convulsa. Desde las últimas elecciones, el PSOE fue retrocediendo en apoyos. ¿Dónde estábamos hace un año? En el 17 o 18%. Ahora estamos en el 23%. Cuando volvió Pedro Sánchez, el PSOE estaba mucho peor que en las últimas elecciones. Antes nos separaban 15 puntos del PP y hoy nos separan tres. Ahora no hay elecciones, pero cuando las haya, la gente decidirá entre alternativas. ¿Va a gobernar el PP, la derecha más corrupta de Europa, que tiene un problema de recortes y falta de regeneración, o lo va a hacer el PSOE? Estamos en condiciones de superar esos tres puntos y ganar al PP. Esto no es de la noche a la mañana.
Ciudadanos sube en las encuestas. ¿Disputará al PSOE la condición de alternativa?
No, porque Ciudadanos es esa otra derecha alternativa al PP y por sus acusaciones les estamos viendo. Es la derecha que nos dice que "no" a un pacto para garantizar las pensiones o que en Madrid impide la regeneración democrática. Al fin y al cabo, el electorado tiene muy claro dónde se sitúan ellos y nosotros. Venían a regenerar la política, a impulsar un nuevo país, y lo que están haciendo es apuntalar al PP y paralizar las iniciativas de la oposición. Hoy son la muleta del PP y puede conseguir que una parte del voto que pierde por la corrupción endémica no se vaya a otras fuerzas políticas, pero para nada es una alternativa al PSOE.
El PSOE y la plurinacionalidad
¿Por qué el PSOE no habla ya de pluriacionalidad del Estado? ¿Fue un error?
Algunos han tratado de confundir los términos. Cuando hablamos de comunidades autónomas lo hacemos de sensibilidades distintas. En los propios estatutos de autonomía de Andalucía, Comunidad Valenciana o Cataluña reconocían ese término, que no es más que reconocer nuestras diferencias. Es cierto que en algunos territorios, como en Cataluña o en el País Vasco, se tiene un sentimiento identitario mucho mayor que el que podamos tener los madrileños, andaluces o cántabros, pero ese sentimiento hay que respetarlo para seguir viviendo juntos.
¿Cuántas naciones hay en España?
Nuestra nación es el que compartimos como europeos, españoles y luego cada uno tenemos nuestro sentimiento dependiendo de las comunidades autónomas. Pero compartimos lo más importante: un proyecto común para España. Hay que reconocer esa riqueza histórica, territorial, cultural, pero compartiendo proyecto.
¿Qué quiere ser en los próximos años, candidato a la alcaldía de Santander o diputado?
En los últimos años he trabajado en hacer posible que Santander tenga la oportunidad de tener un alcalde socialista. Me apasiona y a eso dedico mi tiempo. Santander es la única capital de provincia de España donde no se ha producido el cambio político. Esto en sí ya es anómalo democráticamente. Somos muy respetuosos con los procedimientos y habrá primarias para elegir a los candidatos, pero el horizonte que tengo es que Santander pueda tener un alcalde socialista.
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