No ha sido la mejor semana para Pedro Sánchez. La misma semana en la que el PSOE aprobó por unanimidad su nuevo reglamento, el libro de instrucciones del partido en la nueva etapa, se sucedieron las polémicas. Las prioridades del PSOE, que se han centrado en los últimos días en el combate de la brecha salarial o la defensa de las pensiones, entre otras, apenas han brillado.
En el entorno de Pedro Sánchez reconocen que ha habido algunos errores, pero lamentan tanto la utilización que de ellos han hecho sus críticos como la poca simpatía que, según ellos, tienen por el líder del PSOE los medios de comunicación.
Los dirigentes escépticos sobre el rumbo del partido creen que el líder del PSOE está más preocupado por cuestiones orgánicas, es decir, por retener el poder interno y exhibir que lo tiene, que por seducir a los ciudadanos con propuestas, pactos y un buen trabajo de equipo. Estas han sido las etapas del particular viacrucis del secretario general de los socialistas
1. ARCO: primero sí a la censura y luego no
Miércoles en el Congreso de los Diputados. "En este momento, todo lo que contribuya a tranquilizar el ambiente y la crispación es positivo. Por tanto, si Arco ha valorado que una determinada exposición o cuadro podía favorecer la crispación nosotros tenemos que intentar rebajar la tensión", dijo Margarita Robles, portavoz del PSOE, al ser preguntada por la censura de una obra de Santiago Sierra en la feria de arte contemporáneo que caracterizaba a Oriol Junqueras y otros políticos catalanes como "presos políticos".
Jueves en el Congreso. "Una cosa es la libertad de expresión y otra es la situación en Cataluña, donde hay una situación de tensión como consecuencia de la falta de Gobierno", corrigió Robles. "La libertad de expresión es que cada uno pueda decir lo que quiera decir. Es verdad que luego la libertad de expresión se mueve en contextos determinados, pero en este momento lo que importa es defender la libertad de expresión".
2. Proponer y luego perder una votación por faltas de asistencia
El PSOE perdió una votación que había propuesto porque cinco de sus diputados no estaban a la hora de votar y un sexto se equivocó, votando con el PP. No se trataba de una votación cualquiera. El pleno del Congreso decidía si se otorgaba la última palabra sobre la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) de ingreso mínimo: 426 euros al mes para familias sin recursos que podría beneficiar a más de dos millones de personas.
La iniciativa permanece bloqueada en la comisión de Empleo, donde se ha prorrogado el plazo de enmiendas hasta en 21 ocasiones. El PSOE quería asegurarse que saliera adelante gracias a la mayoría absoluta que en el pleno hay para tramitarla. Resultado: 170 en contra y sólo 168 a favor. Si el socialista José Enrique Serrano hubiese votado con su grupo, habría habido empate. Los cinco ausentes fueron José Luis Ábalos, Micaela Navarro, José Ignacio Sánchez Amor (en misión parlamentaria), Pilar Lucio (por una circunstancia familiar) e Isabel Rodríguez, por problemas con el voto telemático.
3. Motín interno por Elena Valenciano
Elena Valenciano tiró la toalla. No había hablado en público, pero finalmente asumió "deportivamente el veto" de Pedro Sánchez a tratar de liderar al grupo parlamentario socialista europeo, que cuenta con 189 miembros. El actual presidente dejará su escaño en unos días, si es elegido senador. Muchas delegaciones europeas pensaron en ella, pero no su propio partido en España. Los rivales de Sánchez vieron en él revanchismo, ya que Valenciano apoyó a Eduardo Madina en 2014 y a Susana Díaz en 2017 en las primarias. Ambas las ganó Sánchez. "No seré candidata porque la dirección de mi partido no lo considera oportuno", dijo en sus únicas palabras públicas, a Onda Cero.
Ferraz no explicó en ningún caso por qué no apoyó a su compañera de partido. Según su argumentación, lo importante es tratar de conseguir la presidencia para la próxima legislatura. Pero lo que pueda pasar a partir de junio de 2018 se antoja difícil de prever. Sí se sabe que la cabeza de lista a las elecciones por el PSOE puede ser la exministra Carmen Calvo, sin experiencia en la Eurocámara.
4. Buen gobierno, difícil protocolo
El martes, en una entrevista en Antena 3, Pedro Sánchez anunció una "primicia": una "escuela de buen gobierno", unas jornadas del partido que reunirán a los ex secretarios generales y presidentes autonómicos en Madrid para "compartir su experiencia con aquellos cuadros que esperamos que puedan gobernar el país en los próximos años".
Ya estamos en precampaña electoral. Pero Sánchez no se había asegurado que irían algunos de los reclamos antes de anunciarlo en televisión. Es más, ni siquiera se lo había pedido, en algunos caso. Aún no han confirmado ni Felipe González ni José Luis Rodríguez Zapatero. Algunos lamentaron enterarse por la prensa. "Esta vez me entero por la prensa, otras veces me piden que cambie toda mi agenda con una semana de antelación. ¿Quieren que vaya o no?", se preguntaba un importante dirigente autonómico en conversación con EL ESPAÑOL.
5. Los lapsus de Adriana Lastra
A Adriana Lastra, la vicesecretaria general del PSOE (la número dos del partido), no le gustan mucho los medios de comunicación. Es sabido y, por eso, los periodistas valoran cada vez más alguno de sus esfuerzos. Este viernes compareció con una sonrisa, con un discurso claro sobre las pensiones y, además, no se eternizó en su exposición inicial.
Nada de eso impidió que en cuestión de minutos circulara por internet una de sus respuestas. A las 13:00 del mediodía, aseguró desconocer la muerte de un ertzaina en Bilbao tras una monumental gresca en los alrededores de San Mamés, que copó las portadas de los periódicos desde la noche anterior. Lastra se disculpó asegurando que había tenido muchas reuniones y emplazó amablemente a la periodista a buscar después la respuesta.
En la misma rueda de prensa anunció una "abstención crítica" ante Luis de Guindos, que se convertirá en el nuevo vicepresidente del BCE y que hasta ahora había contado con el rechazo frontal del PSOE. "Creo o tengo entendido que sólo se puede votar abstención o a favor y por lo tanto el grupo socialista se va a abstener y va a ser una abstención crítica". Pues "no". En la Eurocámara también se puede votar "no es no".
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