En su carta de renuncia al máster de la Rey Juan Carlos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha echado toda la culpa a la universidad. Ella sólo hizo lo que le dijo la dirección del máster que hiciera y siempre cumplió con las directrices universitarias.
En la carta incluso acusa al rector Javier Ramos de engañarle con el acta del Trabajo Fin de Máster (TFM) y no contarle sus sospechas de que podría haber sido manipulada o falseada cuando se la envió el pasado 21 de marzo.
Sin embargo, en la carta no aclara el principal agujero negro de toda su versión y, de paso, va colando otras medias verdades entre párrafos para apuntalar sus explicaciones.
El Trabajo Fin de Máster (TFM) es, sin lugar a dudas, la pieza que peor encaja en el relato de Cristina Cifuentes. El 4 de abril, la presidenta en la Asamblea de Madrid, durante la rueda de prensa posterior a su comparecencia, aseguró, literalmente, que lo defendió personalmente ante un tribunal del que no recuerda su composición pero sí el lugar en que se reunió.
"Sí lo defendí de forma presencial en el campus de la Universidad Rey Juan Carlos de Vicálvaro. La defensa duró poco porque había un tiempo limitado, la defensa no consiste, para quienes no lo hayan hecho, en una lectura, sino en un resumen que puede durar entre 10 o 15 minutos aproximadamente".
Este martes, Cristina Cifuentes ya no quería hablar del tema. "Ya lo he explicado muy ampliamente, no hay nadie que haya dado tantas explicaciones como yo", ha respondido a un periodista.
Ni siquiera ha querido confirmar si la defensa del TFM fue delante de las tres profesoras que aparecen en el acta falsificada. "Parte de la premisa de que yo defendí ese máster ante esas tres profesoras concretas y no es así. Pero no voy a opinar ni entrar en polémicas y me remito a las explicaciones en sede parlamentaria", ha insistido.
La presidenta madrileña ha suprimido de su biografía en la web de la Comunidad de Madrid y la Asamblea cualquier referencia al máster de marras. El martes por la mañana, cuando Cifuentes renunciaba vía carta al título, el curso aún figuraba en la web.
En este relato resulta imposible no ser absorbidos por este agujero negro y que las preguntas surjan una detrás de otra:
-Si defendió el TFM de forma presencial, ¿por qué se tuvo que hacer un acta falsificada?
-Si fue hasta Vicálvaro y se sentó delante de un tribunal, ¿cómo es posible que Cifuentes no recuerde ni una sola cara de las tres personas que conformaban el tribunal?
-Si había una convocatoria oficial para la presentación del TFM (una única y oficial), ¿por qué nadie se acuerda de ese tribunal del 2 de julio ni de la asistencia de Cifuentes?
-¿Dónde están los tres profesores que presenciaron su exposición y que tendrían que haber conformado el tribunal?
Como asegura la propia Cristina Cifuentes, "por si alguien no sabe lo que es el TFM", la convocatoria de presentación es más rigurosa que la de un examen, no puede ser aplazada, es para todos y no de forma personal y el tribunal está elegido previamente y publicados sus nombres antes de que se inicie la defensa.
Lo que sí recuerda es el tema del trabajo: "Era un tema que me resultaba grato e interesante y particularmente sencillo, por qué no decirlo, porque tenía que ver con las responsabilidades que tenía en materia de seguridad ciudadana. Era sobre el diferente reparto competencial entre las distintas administraciones en materia de seguridad".
Otras falsedades
Pero no es la única media verdad que se cuela en la carta. Cifuentes insiste en que no recibió un trato de favor, pero sí se le permitió matricularse tres meses tarde. Y que ella fue una más, pero no acudió a clase (por no decir a ni una sola clase) y no recuerda haber hecho exámenes. "Los profesores se adaptaron a mis propias circunstancias de tener muy poco tiempo de acudir a clases y se sustituyeron por otros trabajos, tutorías, y actividades complementarias que dependen de cada profesor y que así lo acordé con la dirección del máster".
Cifuentes asegura que no era consciente de que los estudiantes pudieran sentirse agraviados por tener que ir a clase mientras que a ella le hacían un plan a medida, pero que si ha ofendido a alguien, pide perdón.
En la carta, la presidenta madrileña asegura que el máster no la habilita para nada, porque ella es licenciada y ya tenía otro máster en su haber. Otra de esas medio verdades que aparecen en la carta. Este título permite dar clases en centros universitarios y no sería descabellado que una funcionario de universidad y con su experiencia en gestión política acabara dando clases en cualquier centro de Madrid.
"No está en mi mano" seguir como presidenta
Tras renunciar al polémico máster, Cifuentes ha dicho que no está en su mano continuar en la presidencia, pero que hará "todo lo posible" por acudir, en representación del Gobierno regional, en el mes de noviembre a un congreso sobre medio ambiente. "Haré todo lo posible para ir como presidenta de la Comunidad, pero me temo que en estos momentos no está en mi mano", ha señalado la presidenta madrileña en su intervención en la clausura de la segunda edición del Día de las Profesiones en el Colegio de Arquitectos de Madrid.
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