El tiempo de calma escasea en Podemos. La penúltima bronca interna, con motivo de la elaboración de las listas en la Comunidad de Madrid, ha generado un daño colateral para Pablo Iglesias y su núcleo cercano. Porque la corriente Anticapitalistas, la ubicada más a la izquierda y liderada por el eurodiputado Miguel Urbán, está que trina e incluso ha amagado con desligarse del partido de los círculos si no hay un cambio de rumbo.
Los anticapis están hartos. No aguantan más los choques entre pablistas y errejonistas que siempre terminan, a su juicio, en un "reparto de sillones" que poco o nada tiene que ver con la idea de Podemos que defiende esta corriente. Así lo verbalizó Lorena Ruiz-Huerta, portavoz en la Asamblea de Madrid y una de las caras visibles de este sector, cuando anunció que no se sumaría a la lista de consenso que lidera Íñigo Errejón con el plácet de Pablo Iglesias.
Después, hablaría de "bochorno" para definir lo que está pasando en la formación morada, como puede verse en el vídeo que sigue.
A confesión de parte, sobran pruebas. Porque como colofón a la crisis de Madrid, los Anticapitalistas publicaron un comunicado que apenas tuvo eco en los medios pero que desvelaba sus inquietudes. En el texto, los anticapis denunciaban cómo "Podemos se desangra en una guerra de aparatos y de intereses particulares".
"El modelo actual de Podemos está mostrando todos sus límites y su incapacidad para ser un instrumento a la altura de sus tareas y de las necesidades de las clases populares", aseguraban desde este sector. Y, por ello, concluían que "urge romper con la dinámica de encapsulamiento auto-destructivo en la que está sumido Podemos: toca levantar la cabeza, y desde Podemos y desde fuera de Podemos empezar a plantear e inventar cosas nuevas". "Vamos a intentarlo con mucha más gente", remataban en lo que parece un amago de marcharse del partido de los círculos.
"Solos no van a ninguna parte"
Las fuentes de esta corriente consultadas por EL ESPAÑOL aseguran que ese texto es más un aviso para navegantes o un toque de atención que una amenaza real de marcharse. Entre los pablistas, aseguran que Anticapitalistas solo representa un 15% de Podemos y que no tendrían futuro alguno fuera del partido. "Solos no van a ninguna parte", afirman. Los errejonistas, por su parte, insisten en tender la mano para aglutinar también a sus grandes enemigos internos -"liderar es incluir", dice Errejón-, pero no van a llevarse el disgusto de sus vidas si no lo consiguen.
Lo cierto es que Anticapitalistas no pasa por su mejor momento. A la falta de presencia en la candidatura de Errejón hay que sumar que el pasado viernes Isabel Serra, una de sus caras visibles y que lideró la candidatura para ser líder de Podemos en la ciudad de Madrid, anunciaba su marcha de este sector. En un mensaje publicado en Facebook, Serra afirmaba que dejaba a los anticapis tras nueve años de militancia, porque "hace tiempo que me he alejado por no compartir algunas decisiones de especial relevancia, un distanciamiento que en las últimas semanas se ha hecho mayor".
El sector más radical de Podemos va a seguir trabajando por llegar a acuerdos y, como suelen decir, para que el partido se convierta en movimiento social. Su poder interno en Madrid es relevante y saben que tarde o temprano tendrán sus opciones de recolocarse. Pero con Errejón y los suyos el entendimiento no será sencillo.
Además de la pelea en Madrid, Iglesias también tiene problemas con los Anticapitalistas a nivel territorial. Porque otra de las dirigentes de este sector es Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos Andalucía. Las tensiones entre la dirección nacional y su ramificación andaluza se han acentuado en los últimos meses. Aunque parece que, también en este caso, la pelea será dura, pero sin que la sangre llegue al río.