La Policía Nacional grabó en varias ocasiones las pantallas de los móviles de Sito Miñanco y sus hombres ante la constancia de que el narco gallego utilizaba un sistema de encriptación que les impedía escuchar sus llamadas y leer sus mensajes. Para ello, los agentes monitorizaron durante meses sus movimientos y el de sus lugartenientes. Y aprovecharon la oportunidad cada vez que el capo se reunía en centros comerciales u otros lugares con cámaras instaladas. Para preparar el dispositivo, los agentes entraban en la oficina de seguridad del local y pedían que las cámaras de vigilancia enfocaran directamente a la pantalla de los teléfonos para poder leer sus mensajes.
Con esta técnica, similar a la que los periodistas utilizaron para leer los mensajes entre el exconseller catalán Toni Comín y Carles Puigdemont en Bruselas, los agentes descubrieron que Sito Miñanco utilizaba un servidor en Holanda llamado Prencom para burlar las escuchas telefónicas autorizadas por la Audiencia Nacional y conseguir así que nadie accediera al contenido de sus conversaciones.
La confirmación de que el narco gallego utilizaba este servicio se produjo en agosto de 2016, mientras la Policía controlaba una reunión con algunos de sus presuntos colaboradores en Puerto Banús (Marbella). Desde entonces, los agentes intentaron adelantarse a sus movimientos y colocar a sus hombres con antelación en la sala de cámaras de los locales visitados por los investigados.
Una operación en Colombia
En el caso de Carlos Puigdemont, fueron los periodistas de El Programa de Ana Rosa quienes grabaron la pantalla del teléfono de Toni Comín en el transcurso de una rueda de prensa. Así, pudieron conocer cómo el expresidente catalán le decía a su compañero frases como "esto se ha terminado, los nuestros nos han sacrificado" o "el plan de Moncloa triunfa" en referencia al proceso separatista catalán, mientras sólo unos momentos antes lanzaba a las redes un vídeo con declaraciones suyas en el que aseguraba todo lo contrario.
En el caso del narco gallego, los agentes consiguieron información mucho más sensible y valiosa para la investigación. Por ejemplo, desvelaron un presunto envío de droga desde Colombia coordinado por el número dos de Sito Miñanco. Los datos llegaron el 21 de agosto de 2017, cuando los agentes detectaron la presencia de Luis Enrique García Arango, conocido como Vejito, en la cafetería de unos grandes almacenes del centro de Madrid. Tras fijar las cámaras de seguridad sobre su teléfono, los policías detectaron que el narco escribía y borraba constantemente sus mensajes justo después de recibirlos.
El análisis de las imágenes desveló que hablaba con una mujer a la que apodaba Esmeralda, y que ella había mandado a Ecuador a su "hermano" para supervisar "una carga de estupefacientes que partía presuntamente hacia España", según explican los informes de la Guardia Civil. "¿Y Mario todo bien también?", preguntaba la interlocutora al otro lado de la línea. "Mario pregunta mucho por ti y que muchos recuerdos", contestó García Arango, en referencia al nombre en clave que según los investigadores utilizaba Sito Miñanco.