Quim Torra ha prometido el cargo "con fidelidad al pueblo de Cataluña representado por el Palamento de Cataluña" en el Saló Verge de Montserrat del Palau de la Generalitat. Así ha sido la toma de posesión del nuevo president de Cataluña, delante del presidente del Parlament, Roger Torrent.
Torra ha utilizado una fórmula parecida a la que usó su antecesor Carles Puigdemont, sin ninguna referencia a la Constitución Española, y con un lazo amarillo en la solapa para recordar a los consellers presos.
En el salón no había representación del Gobierno ni tampoco ni una sola bandera española, en un acto casi clandestino que ha durado apenas tres minutos y que se ha ajustado a "la estricta legalidad catalana", con la única presencia de una 'senyera' al fondo.
Exactamente, Torra ha asegurado con varios familiares suyos como testigos que "prometo cumplir lealmente las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat, con fidelidad al pueblo de Cataluña, representado por el Parlamento de Cataluña".
El Gobierno ya había anunciado que no iba a estar en la toma de posesión de Quim Torra porque "desde la Generalitat se le ha intentado imponer el nivel de la delegación gubernamental, cosa que no ha aceptado".
Asimismo, considera que "el modelo de acto organizado por la Generalitat degrada la propia dignidad de la institución".