No es la primera vez que Pablo Iglesias se emociona en público. Le ocurrió también, por ejemplo, durante un mitin de las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015. O en un acto junto a Julio Anguita en la campaña de los comicios siguientes. Esta vez ha sido en el hemiciclo del Congreso de los Diputados. El líder de Podemos se ha emocionado mientras debatía frente al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, a cuenta de una medalla que en su día recibió el conocido policía franquista Antonio González Pacheco, alias Billy el niño.
Iglesias y Zoido se han enzarzado porque el líder de Podemos solicitaba que se retire una medalla que en su día Interior concedió al polémico expolicía. "Su gobierno tiene competencias para retirar esa medalla que es una ignominia para la democracia española". Como puede verse en el vídeo adjunto, el secretario general de Podemos ha leído en su intervención algunos testimonios de personas que aseguran haber padecido dichas torturas.
Esa lectura ha provocado que Iglesias rompiera en lágrimas. Eran lágrimas caudalosas de indignación ante lo que le parece indignante. El ministro del Interior, por su parte, ha insistido en que "no hay una sentencia" que reconozca como probadas tales torturas y ha afirmado que, si la hubiera, la condecoración se le retiraría a González Pacheco.
No solo ha habido lágrimas. También se ha desatado la tensión en el Congreso. Porque las bancadas de Podemos y PP han intercambiado gritos de "sinvergüenzas". Cuando Zoido, en su respuesta, ha hecho referencia a la consulta a las bases sobre el chalé, la bronca ha sido imparable. Especialmente agrio era el enfado de Rafael Mayoral, diputado de Podemos y miembro de la ejecutiva que siempre se ha fajado en la lucha por la memoria histórica.
En la tribuna, como invitados, miembros de asociaciones por la memoria histórica han respaldado a Iglesias durante todo momento. Estos colectivos se esfuerzan desde hace tiempo para que Billy el niño pague por sus presuntas torturas. Sin embargo, varias denuncias han sido archivadas al haber prescrito los delitos. Eso sí, la pelea legal continúa en los juzgados. Y en el Congreso.