Mariano Rajoy está sentenciado. El PNV ha confirmado su apoyo a la moción de Pedro Sánchez -según la cadena SER- minutos antes de que el portavoz de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban, comunicase desde tribuna el voto favorable de su grupo, lo que deja al presidente del Gobierno en un callejón sin salida.
O Rajoy dimite, como de manera insistente le ha pedido el líder socialista para que la moción decaiga, o mañana una mayoría de diputados de la oposición lo jubilarán por la fuerza. Con el cese de Rajoy, el Gobierno permanecería en funciones y habría que investir un nuevo presidente o presidenta para que disuelva las Cortes. El desenlace se producirá en las próximas horas, pero los números le salen al PSOE, más Podemos, más ERC, más PDeCAT, más PNV, más Bildu...
El PNV quiso mantener el formalismo de aguardar la decisión de su dirección antes de comunicar, durante la intervención de su portavoz, la decisión tomada. Pero lo cierto es que suyo el voto favorable del PNV era un rumor a gritos desde que el candidato socialista anunció desde la tribuna de oradores su compromiso de mantener la ejecución del proyecto de Presupuestos Generales del Estado aprobado la semana pasada en el Congreso pese al voto en contra del PSOE.
Sencillamente, resultaba harto improbable que Pedro Sánchez se tragara el sapo de unas cuentas públicas impulsadas por el PP y Cs sin tener de antemano el compromiso de que el PNV iba a darle el sí quiero.
A partir de ese momento, los teléfonos móviles hervían dentro y fuera del hemiciclo. El único que no se inmutaba fue, precisamente, Aitor Esteban, volcado sobre un Ipad durante buena parte del pleno. A medida que pasaban las horas, la crónica de la muerte anunciada de Rajoy se imponía en los corrillos como un rumor a gritos. E incluso había compañeras ensayando por los pasillos la crónica del derrocamiento de Rajoy para cuando tocara salir en directo.
No en balde, buena parte de las intervenciones de los diputados contrarios a la moción aventuraban sobre los posibles pactos ocultos entre el PSOE y los nacionalistas. En esos términos se expresaron los representantes de CC, Foro Asturias, o UPN. Por lo que refiere a quienes se han sumado a la defenestración parlamentaria de Rajoy, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, no dudó en despedirse del presidente: "Estará recogiendo papeles o haciendo las maletas, será un buen jefe de la oposición".
Otro signo que apuntaba en esa dirección fue la omisión de Pedro Sánchez a un adelanto electoral, un escenario no apetecible para el PNV. El líder socialista ha tratado de atesorar los votos que necesitaba para sacar adelante la cuarta moción de censura de la democracia trabajando en dos direcciones: ofreciendo gobernabilidad y acuerdos políticos desde el Gobierno, y tentando a Cs con un adelanto electoral pactado. Una vez absolutamente descartado el respaldo de Albert Rivera, la convocatoria electoral adelantada fue relegada.