Los presidentes de Canarias y Melilla piden ayuda al Gobierno por la presión migratoria
- El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha pedido una reunión urgente al jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez.
- El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, atribuye la llegada de los migrantes al "efecto llamada" por la decisión de acoger al Aquarius.
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El número de inmigrantes rescatados en las costas andaluzas y canarias, que supera ya las 1.500 personas desde el viernes, la mayoría de ellos en aguas del mar de Alborán y del Estrecho, ha hecho saltar las alarmas.
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha pedido una reunión urgente al jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, ante una posible crisis migratoria que afecte a las islas como consecuencia de un cambio de las rutas derivado de la decisión de Italia de cerrar sus puertos.
La portavoz del Ejecutivo canario, Rosa Dávila, ha admitido este lunes que le preocupa que pueda haber un cambio en las rutas de la inmigración, lo que habría que afrontar desde la solidaridad pero también desde "la plena conciencia" de que es un problema que tiene afrontar la Unión Europea y España.
Después de que este lunes llegase a Canarias un cayuco con 152 personas, 31 de ellos posiblemente menores, Clavijo ha hablado por teléfono con el ministro del Interior, Fernando Grande-Malaska, para saber si han cambiado las dinámicas de las migraciones y si se puede reactivar la ruta migratoria que pasa por Canarias.
La decisión del Gobierno italiano de cerrar sus puertos puede hacer que las rutas del Atlántico Norte se puedan reabrir, ha alertado la portavoz gubernamental, quien se ha referido a las mafias que mueven a las personas en situación de desesperación derivadas de las hambrunas, pobreza, cambio climático y guerras.
Para la portavoz, la mayoría de las personas que emigran en estas circunstancias lo hacen a través de mafias y especialmente en verano, cuando las circunstancias meteorológicas son más favorables.
Además, Marruecos parece haber aflojado los controles en sus fronteras, tanto como una posible medida de presión hacia España, como también por la fiesta de fin del Ramadán que ha provocado una disminución de los agentes disponibles para este tipo de operaciones. El año pasado, un día antes de que terminara el Ramadán, que entonces finalizó el 25 de junio, 224 inmigrantes llegaron a los costas españoles en menos de una hora.
Por todo ello, tras hablar con el ministro del Interior, Clavijo ha solicitado una reunión urgente a Sánchez para tratar en concreto la situación de la inmigración "ilegal", puesto que Canarias quiere estar preparada para recibir con todas las garantías a los inmigrantes.
Dávila ha recordado que Canarias recibió en 2006 más de 40.000 inmigrantes, 8.000 de ellos menores que quedaron bajo la tutela del Gobierno, datos que obligan a las islas a estar preparadas para poder afrontar un posible rebrote de pateras y cayucos ante las decisiones tomadas por los gobiernos de Italia y Alemania.
"Canarias tiene la experiencia de haber sido una comunidad autónoma que acogió en situaciones muy precarias la llegada de más de 40.000 personas", ha destacado Dávila, quien ha afirmado que gracias "a Dios" y a "esa experiencia" funcionó el operativo puesto este lunes en marcha para recibir un cayuco con 152 personas.
El presidente de Melilla insiste en el "efecto llamada"
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha atribuido el aumento de la presión migratoria al "efecto llamada" que, a su juicio, han provocado las medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, lo que a su juicio "denota una falta de madurez" por "no ver el interés general de España".
"Lo que está pasando nos está dando la razón", ha respondido Imbroda a preguntas de los periodistas, aludiendo así al hecho de que "el problema (de la inmigración irregular) está más acentuado", después del rescate de cientos de personas en pateras durante el fin de semana y la llegada de dos de ellas a las islas Chafarinas en una semana.
En cuanto a Melilla, Imbroda ha señalado que en los últimos días han sido trasladados a Melilla más de cien inmigrantes por Salvamento Marítimo, procedentes de tres pateras rescatadas en el Mar de Alborán y otras dos "consecutivas" que han desembarcado en Chafarinas en los dos últimos domingos.
"El efecto llamada se produce en tanto en cuanto hagamos lo que no debemos hacer, que es que salgamos en plan internacional diciendo que vamos a acoger, que vamos a hacer, eliminar y que todo el que venga es bienvenido", ha advertido Imbroda para recordar que después hay "una segunda parte, que es qué hacemos con las decenas de miles que van a venir".
"¿Les condenamos a que estén explotados? ¿Qué hacemos?", ha preguntado la primera autoridad local, convencido de que "hasta que eso no se regule con los países de origen" y haya un diálogo sobre inmigración a través de la Unión Europea, "esto va a ser un problema enorme" que sufrirán, sobre todo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los centros de acogida.
Más de 1.500 inmigrantes rescatados
Desde el pasado viernes son ya 1.548 los inmigrantes rescatados, de los que 1.396 fueron interceptados en el mar de Alborán y en el Estrecho y otros 152 en Canarias, ha informado Salvamento Marítimo.
La última patera rescatada viajaba con 38 personas (dos niños), que fueron trasladadas al Puerto de Málaga, destino también de otros 64 inmigrantes rescatados de una embarcación localizada a doce millas de la costa andaluza.
También en el mar de Alborán se han rescatado a otras 29 personas -entre ellas cuatro mujeres, un niño y una niña- de una patera y Salvamento Marítimo ha embarcado a otras 50 que habían llegado a la isla de Alborán por sus propios medios.
Además, se rescató a otras 39 personas de una tercera neumática y posteriormente a otras 34 -incluidas cinco mujeres- de una cuarta embarcación. La búsqueda de los 43 inmigrantes que desaparecieron el sábado de una patera hundida en Alborán continúa.
Por su parte, los 152 inmigrantes subsaharianos rescatados el domingo a 370 kilómetros al sur de Canarias han llegado esta mañana al puerto de Arguineguín (Gran Canaria), donde han sido atendidos por personal de Cruz Roja.
La llegada masiva de inmigrantes este fin de semana está provocando situaciones como las de la provincia de Cádiz, donde el trabajo en las comisarías se ve desbordado debido a que todas estas personas deben ser conducidas allí para cumplimentar los trámites, según han indicado a EFE fuentes policiales.
A lo largo del lunes, quedaron acogidos en pabellones polideportivos de Jerez, Cádiz y Tarifa, habilitados como albergues temporales, unos 288 inmigrantes.
Esta situación de inmigración ha provocado la reacción de los líderes políticos de la comunidad, como es el caso de la presidenta, Susana Díaz, quien ha afirmado que la Comisión Europea "tiene que poner sobre la mesa una hoja de ruta", al tiempo que ha reclamado que se actúe en origen, de la misma forma que se trabajó con Mauritania en la crisis de los cayucos en Canarias.
Por su parte, el presidente del PP-A, Juanma Moreno, ha criticado que el Gobierno haya ignorado a Andalucía, a cuyas costas han llegado "dos Aquarius" en las últimas horas, y no han recibido la misma atención que se ha dado a la llegada de este barco al Puerto de Valencia.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha pedido al Gobierno, que al igual que a los 630 inmigrantes del Aquarius se les garantizó el acceso al asilo -que todos ellos han pedido-, debe hacerse con cualquier persona que llegue a las costas españolas.