Los 28 años que han pasado desde que Mariano Rajoy dejó su trabajo como registrador de la propiedad en Santa Pola (Alicante) no han pasado en balde. En el momento del retorno a su antiguo puesto, numerosas cosas han cambiado, entre ellas, la tecnología.
Iñaki Piñuel, psicólogo especializado en el trabajo, analiza la vuelta de Rajoy. Para él, es un cambio total ya que el ex presidente "ocupa una plaza muy diferente a cuando se fue" y cree que "la aclimatación va a ser complicada". "Su estilo de gestión en política ha sido dejar hacer pero en el registro las cosas no se hacen solas", dice. Personalmente, Piñuel no tiene "buen pronóstico": "Si fuese cliente de ese registro, estaría preocupado". El psicólogo califica la vuelta de Rajoy como "una locura" y reflexiona que si el ex líder popular fuese su paciente, "le recomendaría que no volviese a su puesto. No sé cómo se le ocurre".
Este larguísimo paréntesis ha cambiado hábitos de consumo e incluso nuestro modo de vida como consecuencia de los avances tecnológicos. Desde 1989 -cuando el ex presidente abandonó su puesto de trabajo- hasta hoy muchos inventos han llegado para quedarse, empezando por los mensajes de móvil que envió a Bárcenas y que tantos quebraderos de cabeza le supusieron.
1. Los SMS
Cuando el ex jefe del Ejecutivo dejó su puesto de registrador de la propiedad, el servicio de mensajes cortos que le jugaría una mala pasada -en el retrovisor queda el "Luis, sé fuerte" enviado a Bárcenas- y le implicaría en la trama Gürtel todavía no existía.
A pesar de que fue inventado en 1985 por Matti Makkonen, junto al sistema global para las comunicaciones móviles (GSM), el SMS no llegó a nuestras vidas hasta 1992. El primer mensaje de este tipo fue enviado por una red de Vodafone en el Reino Unido el 3 de diciembre de ese mismo año. El texto fue: "Feliz Navidad". Tampoco existían los smartphones. El primer teléfono móvil inteligente de la historia fue fabricado en 1992 y distribuido en agosto de 1994.
2. Internet
Cuando Rajoy dejó Santa Pola ni siquiera podía conectarse a Internet. A pesar de que sus orígenes se remontan a la década de 1960 con la Red de Investigación Avanzada de los EE.UU., ARPANet, no fue hasta inicios de 1990 cuando se inició el auge de lo que actualmente conocemos por Internet. Este crecimiento trajo consigo el surgimiento de un nuevo perfil de usuarios, en su mayoría personas comunes no necesariamente ligadas a los sectores académicos, científicos y gubernamentales.
Por consecuencia, tampoco existían Facebook, que llegaría en 2004, ni YouTube, que saldría a la luz en 2005. Ni rastro había de Instagram, que no llegaría hasta 2010. Estas redes sociales sin las que hoy no podríamos vivir y en las que pasamos gran parte de nuestro tiempo, ni siquiera estaban en la mente de sus creadores cuando el ex presidente dejó de ser registrador.
3. El DVD
Si Rajoy quería ver una película cuando volvía de su trabajo en Santa Pola debía hacerlo introduciendo una cinta en el lector VHS conectado al televisor. El DVD o disco óptico para almacenamiento de datos no llegaría al mercado hasta 1995. Este disco digital llegó como reemplazo del formato VHS para la distribución de vídeo a los hogares, difiriendo de las cintas en la posibilidad de grabar y borrar fácilmente y en su capacidad de almacenamiento.
El primer reproductor de DVD fue fabricado en noviembre de 1996. Este aparato cambió la manera de ver películas: alguien en la comodidad de su sala podía ver la edición especial de su filme preferido con material adicional como escenas detrás de cámaras o entrevistas.
4. La memoria USB
En caso de que el ex líder del PP quisiese llevar sus archivos del Registro de la Propiedad de un ordenador a otro, tenía que hacerlo mediante disquetes. Los USB, reemplazadores de estos discos flexibles, comenzaron a venderse en el 2000. Las empresa IBM fabricó las primeras memorias USB con diferentes capacidades: desde 8 MB hasta 64 MB y su diseño continuó expandiéndose hasta los 256 MB.
5. GPS
El primer receptor GPS fue lanzado en 1978. El éxito del sistema para frenar la invasión de Kuwait en 1990 durante la Guerra del Golfo probó la eficacia del GPS para el uso táctico. En 1995, Bill Clinton reafirmó el compromiso de proveer señales a la comunidad internacional, pero no fue hasta el 2000 cuando esta tecnología quedó universalizada y comenzaron a salir al mercado los primeros receptores de señal digital terrestre.
Aunque ahora parezca increíble, cuando Rajoy salía del Registro de la Propiedad de Santa Pola no podía volver a su casa usando Google Maps, ya que no sería hasta 2005 cuando el motor de búsqueda más utilizado de la web lanzaría esta plataforma de mapas tan integrada en nuestro día a día y que evita que nos perdamos en más de una ocasión.
6. Robot doméstico
En 2002, se lanzó al mercado la conocida aspiradora Roomba -vigente hasta el día de hoy- la cual se convirtió en uno de los símbolos de los robots de la actualidad. Desde entonces ha aparecido una gran cantidad de este tipo de electrodomésticos y su influencia va en aumento en el mercado.
Hasta finales del siglo pasado, la idea de robots domésticos sólo era posible en la Ciencia Ficción, junto con la idea de casas y ciudades inteligentes. En 1955, en el programa Science Fiction Theatre se presentó el concepto de robot especializado en una sola tarea en un episodio en el que un viajero llegaba al futuro, el aparato era muy parecido al que tenemos hoy en día en nuestros hogares.
7. Coche eléctrico
A pesar de que el primer vehículo eléctrico nació en la tercera década del siglo XIX de la mano de Robert Anderson, un empresario escocés, el renacer del vehículo alimentado con electricidad no tuvo lugar hasta el 2000, cuando se comercializó en todo el mundo. En apenas diez años cambió el sector por completo y de tener pocos clientes ha pasado a tener millones en todo el mundo.
Y no, cuando Rajoy dejó su puesto de registrador en manos de su amigo Francisco Riquelme, ni rastro había de Car2go, la empresa que proporciona servicios de alquiler de coches en ciudades de Europa, Norteamérica y China mediante una aplicación.
8. Pantallas planas y alta resolución
Ninguna otra tecnología era tan esperada como las pantallas planas de TV. El mercado que vio la luz en 1999 estaba más que maduro cuando los precios comenzaron a descender a niveles aceptables. Para 2006, los precios de las pantallas planas habían bajado a precios razonables, que les llevaron a desplazar y dejar en la obsolescencia a las antiguas televisiones.
De su mano llegó el vídeo de alta resolución. Las grandes pantallas planas con millones de píxeles plantearon una nueva necesidad: el material de alta resolución. La tecnología DVD ya no era suficiente. Desde 2009, un volumen cada vez mayor de contenidos es transmitido en formato HD, a lo que se agregan los juegos y cámaras de vídeo.
9. Impresora 3D
Aunque la impresión en 3D surgió a mediados de los años 80 cuando Chuck Hull patentó la estereolitografía -un método que permitía imprimir objetos sólidos de resina mediante el uso de luz ultravioleta- este tipo de impresoras solo estaban destinadas al uso industrial debido a su elevado precio.
Todo cambió en 2004 con la aparición de un proyecto que pretendía fomentar la creación de impresoras 3D, capaces de imprimir cada una de las partes de un objeto, las cuales pueden ser ensambladas posteriormente hasta llegar a replicar la propia impresora.
10. Play Station
En 2018 es difícil encontrar una casa con niños o adolescentes en la que no haya una PlayStation. Es uno de los regalos más populares que los niños suelen pedir en las comuniones. Este invento todavía estaba gestándose cuando Mariano Rajoy abandonó Santa Pola. La PlayStation fue lanzada a la venta a finales de 1994, pero no llegaría a Europa hasta septiembre de 1995.
¿Y el FIFA? Una de las sagas más populares de esta videoconsola se lanzó en 1995 al mercado y se destacó por tener licencia exclusiva de la Federación Internacional de Fútbol. Las últimas ediciones contienen muchas licencias exclusivas de los equipos de ligas de todo el mundo, lo que permite el uso de estadios reales, cánticos del público... Es uno de los juegos más vendidos y con el que los jóvenes pasan horas y horas frente al televisor.